Siguen los trabajos de recuperación medioambiental en Castrocontrigo

Agronews Castilla y León

19 de agosto de 2013

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, ha visitado la zona afectada por el incendio de Castrocontrigo un año después de que se produjera el incendio forestal. Antonio Silván ha estado acompañado por los alcaldes de Quintana y Congosto, Luyego, Castrocontrigo, Destriana y Castrillo de la Valduerna, así como representantes de las 13 juntas vecinales de Castrocontrigo: Torneros de la Valdería, Morla, Nogarejas, Pobladura de Yuso, Pinilla de la Valdería, Palacios de Jamuz, Torneros de Jamuz, Quintanilla de Flórez, Tabuyo del Monte, Destriana, Velilla de la Valduerna y Castrillo de la Valduerna. En la zona de ‘pino gordo’ el consejero ha visitado la zona de saca de la madera, la de reforestación y el trabajo de la zona de taludes.

El incendio de Castrocontrigo, de carácter intencionado, se inició el 19 de agosto de 2012. En su extinción participaron más de 1.000 efectivos de la Junta, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de la UME, de la Guardia Civil, de la Diputación de León y población de los municipios afectados. El incendio forestal afectó a los municipios de Castrocontrigo, Luyego, Quintana y Congosto, Destriana y Castrillo de la Valduerna y a las 13 juntas vecinales citadas anteriormente. Se dio por controlado el 28 de agosto y extinguido el 6 de septiembre. Tuvo como consecuencia la quema de una superficie total de 11.724 hectáreas, de las cuales 10.555 (el 90 %) corresponden a arbolado y el resto, 1.169, a matorral y pastos, fundamentalmente. Del total de superficie, 8.153 hectáreas, el 69,5 %, corresponden a montes de utilidad pública y contienen la gran mayoría de la madera quemada.

Los trabajos del Plan de Recuperación

Desde el minuto uno tras el incendio, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en colaboración con otras administraciones como el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y los ayuntamientos de la zona, diseñó y coordinó un Plan para la recuperación basado en tres pilares fundamentales: medidas de carácter urgente, de restauración y reorganización y de fomento y revitalización socioeconómica de la zona.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente y el MAGRAMA han confirmado la aportación de casi 10 millones de euros, en concreto, 9.773.796 euros, financiados al 50 % para la restauración de la zona quemada, empezando los trabajos en el mes de marzo.

En estos cinco meses de trabajos desde marzo, se han culminado las obras complementarias de lucha contra incendios, construyendo y reparando 4 kilómetros de balsas de agua y otros cuatro kilómetros de puntos de agua para la prevención y lucha de incendios. Además, aparte de la retirada de madera quemada, se ha procedido a cortar los pies y apilado 9.511 estéreos (un estéreo equivale a un cubo de 1 metro cúbico) del total de 14.500 previstos inicialmente. También se han repasado y acondicionado 4,5 kilómetros de pistas e infraestructuras viarias del monte, se han recogido 205.360 litros (la unidad de medida de piñas), por encima de lo inicialmente previsto (204.000) y se han realizado tratamientos selvícolas y mejora de masas de 49 hectáreas (de las 137,5 inicialmente previstas). También se han preparado 872 hectáreas mediante subsolado o ahoyado, de las 1.212 hectáreas previstas inicialmente, y se ha culminado la siembra manualmente de las 250 hectáreas previstas inicialmente. Además se está trabajando en la plantación de especies arbóreas, la colocación de mallas protectoras y el repaso de cortafuegos.

Unas 25.000 toneladas extraídas mensualmente

La primera medida de cara a la restauración ha sido el plan de extracción de la madera quemada, para evitar el riesgo de plagas y favorecer la regeneración. En noviembre del año pasado se realizó la subasta conjunta de la madera quemada en los montes públicos, lográndose la enajenación del 100 % de la madera licitada, casi 500.000 metros cúbicos (en concreto, 492.620 metros cúbicos), alcanzando un valor global de 2,6 millones de euros, un 10 % por encima del precio de salida de la subasta. El dinero de la madera vendida se ha destinado a los propietarios de los montes, es decir, las juntas vecinales afectadas. También se ha procedido a autorizar la corta de la madera quemada en los terrenos de propiedad particular.

A finales del año pasado, se iniciaron los trabajos de extracción de la madera quemada habiéndose alcanzado en este momento el 75 % del total, 326.827 metros cúbicos, retirándose la madera quemada de aproximadamente 6.200 hectáreas, superándose las previsiones iniciales a un ritmo de 45.000 metros cúbicos o unas 25.000 toneladas extraídas al mes con más de 1.000 camiones de madera trabajando mensualmente en la zona y derivando la madera a los centros de transformación o distribución situados especialmente en Cantabria, Galicia y Soria. Por tanto, diariamente, se ha estado extrayendo madera a un ritmo de 833 toneladas con una media de 33 camiones diarios.

El incremento en la demanda de la madera regional está posibilitando destinos muy diferentes para la madera cortada. Las mejores piezas se están destinando a la industria del embalaje y la construcción aunque el grueso de la madera se está destinando a fábricas de tableros y a aprovechamientos bioenergéticos.

Control de plagas y de erosión

Desde el primer momento se ha procedido a monitorizar las masas afectadas y colindantes por técnicos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente con análisis de la masa forestal y estaciones de control de densidad de insectos. Las conclusiones de estos análisis han sido determinantes para la priorización de las zonas donde la extracción de la madera se ha considerado prioritaria. En concreto, se han colocado 30 trampas para el control de vectores de nematodo de la madera del pino y no se ha detectado ninguna presencia. Además, como medida de prevención, y para controlar a los perforadores del pino (lps, principalmente) se han colocado 92 trampas, lo que ha permitido que no haya aparecido ningún foco hasta el momento.

Respecto al riesgo de erosión, y en colaboración con la CHD, se han acometido con carácter urgente acciones correctoras mediante la construcción de albarradas. Se trata de pequeños diques construidos con troncos de madera procedentes del incendio que se cortan, trocean, y apilan logrando una estabilidad transversal mediante el empleo de los mismos restos de troncos, que se clavan en el terreno o se utilizan como contrafuerte. Mediante estos diques se frena el arrastre del suelo y materiales sueltos. Esta actuación cuenta con una inversión de 700.000 euros.

Se han instalado 51 albarradas vegetales de hasta 1,2 metros de altura y diferentes anchuras. Además, se han colocado 15.000 plantas de vegetación de ribera autóctona de tamaños entre 1,5 y 3 metros de altura, suministradas por los viveros de la CHD y que totalizan actuaciones en más de 20 hectáreas. También se ha procedido a la limpieza y eliminación de coníferas y preparación y mejora de robles y sauce. Estos tratamientos de limpieza equivalen a unas 30 hectáreas. También se contemplan actuaciones de limpieza de pasos de agua, construcción de badenes y de puntos de agua que facilitarán la extinción de incendios futuros.

El 70 % de los pinares públicos se regenerará naturalmente

Desde finales del año pasado se está avanzando en el diseño del Plan de Restauración que debe ir adecuando sus pasos a las primeras estimaciones sobre la evolución de la regeneración natural. Por ello, se ha procedido a realizar un análisis sobre la cantidad de piñón presente en el suelo y su viabilidad. La variedad de pino resinero (Pinus pinaster) presente en estos montes y que ocupaba la mayor parte de la superficie arbolada afectada por el incendio, es de carácter endémico y presenta diferencias significativas respecto a otras de la Península pues esta variedad ofrece una especial adaptación a la regeneración post-fuego gracias a su alto porcentaje de piñas serótinas que determina un cuantioso banco de semillas aéreas que se moviliza con incendios y a su precocidad. Se han estimado entre 70.000 y 500.000 piñones por hectárea, según las zonas, con porcentajes de viabilidad por encima del 80 %. Este dato indica que la regeneración natural será esencial en la mayor parte de la superficie quemada.

En función de ello, se estima que en los pinares públicos el 70 % se puede regenerar naturalmente y el 30 % restante se realizará mediante acciones de reforestación en la fase inicial, si bien estas estimaciones pueden sufrir variaciones en función de las condiciones meteorológicas de las próximas épocas de germinación, especialmente otoño y primavera.

Por otro lado, el vivero forestal central de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente está realizando las actuaciones necesarias para la producción de 1.035.000 plantas en envase con destino a la repoblación de las zonas donde la regeneración natural no sea satisfactoria.

Apoyo a la revitalización socioeconómica de la zona

Para la contratación de los trabajos se ha contado con las pequeñas empresas locales o aquellas que trabajan habitualmente en la zona. Además, cabe señalar que se han realizado trabajos selvícolas para los aprovechamientos resineros en otras zonas no afectadas por el incendio que han permitido continuar con su actividad a las cuadrillas resineras de la zona. En este sentido, se han realizado tratamientos selvícolas en 30 hectáreas de zona no afectada por el incendio. También se han arreglado 14 captaciones de agua y 3,25 kilómetros de conducciones dañadas por el incendio y se ha procedido a la construcción de dos traídas nuevas en Torneros de Jamuz y Nogarejas estando terminada la de Torneros y a punto de terminar la de Nogarejas.



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