Un Escenario Desafiante para el Trigo Argentino

La Siembra de Trigo en Argentina Se Reduce en 200.000 has hasta los 6,72 millones por la Falta de Lluvias

Agronews Castilla y León

16 de julio de 2024

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En el último mes, las expectativas para la siembra de trigo en Argentina se situaban en un área de 6,92 millones de hectáreas (M ha), lo que podría haber marcado un nuevo récord histórico. Sin embargo, destaca Cristián Russo en un artículo publicado en la Bolsa de Cereales de Rosario, la persistente sequía de julio, sumada a las escasas lluvias de junio, han cambiado el panorama. Con casi el 90% del trigo sembrado, la cifra final de área sembrada se ha reducido a 6,72 M ha, evidenciando un recorte de 200.000 hectáreas debido a la falta de precipitaciones.

Un Inicio de Temporada Marcado por la Sequía

La campaña de trigo 2024/25 comenzó con una siembra temprana en el centro y norte de Argentina. Esta decisión estuvo motivada por la necesidad de mantener las gramíneas en las rotaciones agrícolas y la urgencia financiera después de tres años consecutivos de La Niña. A pesar de los temores por heladas tardías, los productores se apresuraron a sembrar para aprovechar las lluvias significativas de marzo y abril, que marcaron el final de El Niño.

El inesperado calor de la primera quincena de junio también jugó un papel crucial, permitiendo un rápido establecimiento de los lotes sembrados hasta 7 centímetros de profundidad. Sin embargo, las lluvias que siguieron fueron insuficientes, con Buenos Aires siendo la única provincia que recibió precipitaciones considerables hacia el final de junio.

Impacto de la Falta de Lluvias en la Siembra de Trigo

La ausencia de lluvias en julio ha evitado el ingreso de humedad desde el norte, exacerbando la situación. Según las estimaciones del SIBER de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, se han descontado 200.000 hectáreas en total: 80.000 ha en el noroeste de Buenos Aires, 20.000 ha en La Pampa, 50.000 ha en Santa Fe y 50.000 ha en Entre Ríos. De concretarse el área estimada de 6,72 M ha, implicaría una superficie 22% superior a la del año pasado.

Con esta superficie y descontando un área no cosechada de 200.000 ha, junto con un rendimiento promedio, el volumen proyectado de trigo sería de 20,5 millones de toneladas (Mt).

siembra, trigo

Un Invierno Riguroso y sus Implicaciones para el Trigo

Los pronósticos para lo que resta del invierno indican temperaturas extremadamente bajas, con la posibilidad de que este invierno sea el segundo más frío en los últimos 60 años, superado solo por el de 1984. Estas condiciones climáticas extremas ya han comenzado a afectar los cultivos de trigo, con lotes dañados por las heladas y pérdidas de plántulas en algunas áreas.

Para los cultivos cuya raíces aún no han alcanzado la humedad presente en capas subsuperficiales del suelo, la persistencia de estas temperaturas frías representa una amenaza significativa para el potencial de rendimiento. Se necesitan lluvias de 15 a 20 mm en el corto plazo, especialmente en el centro de Argentina, para mitigar estos efectos.

Perspectivas Futuras para el Trigo Argentino

A pesar de los desafíos climáticos, el trigo argentino tiene un potencial alto debido a varios factores positivos. Un invierno riguroso con altas tasas de radiación y bajas temperaturas puede resultar beneficioso, siempre y cuando haya suficientes reservas de humedad en el suelo y una adecuada fertilización con nitrógeno. Estos factores pueden contribuir a un alto coeficiente fototérmico, esencial para el desarrollo del cultivo.

En resumen, la campaña de trigo 2024/25 en Argentina enfrenta desafíos significativos debido a la falta de lluvias y un invierno extremadamente frío. Sin embargo, con una adecuada gestión de los recursos hídricos y nutricionales, el trigo argentino todavía tiene el potencial de lograr buenos rendimientos.

cebada cereal

La Importancia de las Estrategias de Adaptación

Ante estos retos, es crucial que los agricultores adopten estrategias de adaptación para maximizar la eficiencia del uso del agua y mejorar la resiliencia de los cultivos. La implementación de tecnologías de riego eficientes y prácticas agrícolas sostenibles puede ayudar a mitigar los impactos negativos de la sequía y las temperaturas extremas.

Además, la diversificación de cultivos y la rotación con gramíneas pueden mejorar la salud del suelo y reducir la dependencia de un solo tipo de cultivo. Estas prácticas no solo aumentan la resiliencia frente a condiciones climáticas adversas, sino que también contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura en Argentina.

La reducción en la siembra de trigo debido a la falta de lluvias y un invierno severo subraya la necesidad de estrategias de adaptación y gestión de recursos para enfrentar los desafíos climáticos. A pesar de estos obstáculos, el potencial del trigo argentino sigue siendo significativo, y con las medidas adecuadas, los productores pueden lograr rendimientos satisfactorios.

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