
En 2025, Francia cultivará alrededor de 7 millones de hectáreas (Mha) de cereales, lo que representa un repunte del 6,0 % respecto al año anterior, aunque insuficiente para compensar la fuerte caída del -8,8 % registrada en 2024. Este incremento sitúa la superficie sembrada un 1,3 % por debajo de la media del periodo 2020-2024, reflejando una recuperación aún moderada en el contexto de la producción cerealista francesa.
Cultivo | Superficie 2025 (Mha) | Variación % vs 2024 |
---|---|---|
Trigo blando | 4,63 | +10,0% |
Trigo duro | 0,22 | -7,0% |
Cebada | 1,70 | -3,6% |
Colza | 1,30 | -3,0% |
Guisante proteaginoso | 0,15 | -4,6% |
Remolacha | 0,39 | -4,9% |
Patata conservación | 0,17 | -1,4% |
Trigo blando al alza, pero trigo duro y cebada en retroceso
El trigo blando liderará esta recuperación con 4,63 Mha, lo que supone un incremento del 10 % respecto al mínimo alcanzado en 2024, aunque ligeramente por encima de la media de los últimos cinco años. Este crecimiento está impulsado por unas condiciones meteorológicas más benignas que han reducido la necesidad de trasladar siembras de invierno a primavera, como ocurrió el año anterior. No obstante, las siembras invernales se realizaron más tarde de lo habitual, lo que ha generado retrasos en el desarrollo del cultivo.
Por el contrario, el trigo duro continúa su descenso hasta alcanzar 0,22 Mha, su nivel más bajo desde 1993, con una disminución del 7 % interanual y del 13 % respecto a la media 2020-2024. La cebada, por su parte, cubrirá poco más de 1,7 Mha, con una caída del 3,6 % respecto a 2024 y una reducción superior al 5 % en comparación con el promedio quinquenal.
Triticale y avena se recuperan, pero el centeno sigue en niveles bajos
La superficie sembrada de triticale experimentará un fuerte aumento del 18,2 %, situándose al nivel del promedio de los últimos cinco años. En cuanto a la avena, pese a un crecimiento del 11 % interanual, su superficie seguirá siendo inferior a la media quinquenal.
El centeno, que ya había sufrido un fuerte retroceso en 2024, apenas se recuperará con un incremento del 4,4 %, quedando aún un 17 % por debajo de su media 2020-2024.
Ligera reducción del colza y caída prolongada del guisante
En 2025, la colza mantendrá una superficie cultivada de 1,3 millones de hectáreas lo que supones un incremento del 7,4 % respecto a la media quinquenal, aunque disminuirá un 3,0 % respecto a 2024. A pesar de esta leve contracción, las condiciones secas han favorecido su desarrollo, limitando la aparición de enfermedades.
El cultivo de lino oleaginoso se mantendrá estable respecto al año anterior, aunque lejos del pico alcanzado en 2021. Por su parte, las superficies de otros oleaginosos (excluyendo soja y girasol) seguirán siendo elevadas, a pesar de una tendencia descendente.
Guisante proteaginoso: el nivel más bajo de la década
La superficie sembrada de guisantes continuará su caída con un descenso del 4,6 %, que se suma al -19 % registrado en 2024. Incluyendo otros cultivos proteaginosos como las habas y el lupino dulce, la superficie total se mantendrá estable respecto a 2024, aunque será un 13 % inferior al promedio 2020-2024.
Por regiones, el aumento de las siembras en Nueva Aquitania (+8 %) compensará en parte la reducción prevista en Altos de Francia (-8 %).
Retroceso previsto en remolacha y patata de conservación
Las superficies de remolacha industrial se estiman en 0,39 Mha para 2025, lo que supone una reducción del 4,9 % respecto a 2024, situándose nuevamente en los niveles bajos de 2023 y un 3 % por debajo del promedio 2020-2024. Este descenso aún debe confirmarse, ya que algunas superficies de remolacha azucarera están pendientes de siembra.
En cuanto a las patatas de conservación y de media estación, las estimaciones actuales indican una ligera disminución respecto a 2024, aunque seguirán muy por encima del promedio 2020-2024. Así, las primeras estimaciones hablan de una superficie plantada de 169.000 hectáreas, lo que sería un 1,4% menos que las de la campaña previa pero un 7,2% por encima del promedio alcanzado en el último quinquenio.
Conclusión
El panorama agrícola francés en 2025 muestra una recuperación moderada de los cereales , especialmente del trigo blando, aunque aún lejos de los promedios históricos. La colza mantiene buenos niveles, mientras que el guisante proteaginoso sigue en mínimos históricos. El comportamiento desigual entre cultivos refleja las consecuencias de una campaña 2024 muy complicada y las condiciones agroclimáticas de este inicio de año, que siguen condicionando la evolución de los cultivos en todo el país.