La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha solicitado formalmente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que realice las gestiones necesarias ante la Comisión Europea para activar los fondos de la reserva de crisis de la Política Agrícola Común (PAC) en favor de los agricultores y ganaderos de España. La organización agraria considera que las condiciones climáticas adversas que han afectado al país, así como las crisis sanitarias que azotan al sector ganadero, justifican plenamente la solicitud de estos fondos, que ya han sido activados por otros Estados miembros.
Este próximo lunes, 7 de octubre, el Comité de la Organización Común de Mercados Agrícolas de la Unión Europea evaluará la propuesta de la Comisión Europea para destinar aproximadamente 120 millones de euros de la reserva de crisis a países como Italia, Bulgaria, Alemania, Estonia y Rumanía, que han sido gravemente afectados por circunstancias climáticas adversas. La Unión de Uniones afirma que España se enfrenta a una situación similar, o incluso más crítica, en varios de sus territorios, y que, por lo tanto, debería beneficiarse de esta ayuda extraordinaria.
La sequía prolongada y otras crisis justifican la activación de la reserva de crisis
Según la Unión de Uniones, las condiciones actuales en España son lo suficientemente graves como para activar los fondos de la reserva agrícola. La organización señala el último informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), que muestra que el 11% de la superficie del país se encuentra en sequía prolongada, especialmente en las cuencas mediterráneas de Andalucía, Júcar, las cuencas internas de Cataluña, el Ebro y el Segura. Además, casi el 5% del territorio está en una situación de emergencia debido a la escasez de agua, mientras que más del 21% se encuentra en alerta por la misma razón.
La sequía no es el único problema que afecta al sector agrícola español. Las condiciones meteorológicas adversas también han tenido un fuerte impacto en cultivos como el viñedo y el cereal de invierno en varias regiones del país. Además, en el sector ganadero, la irrupción de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y la aparición de serotipos agresivos de la lengua azul están causando estragos en las explotaciones ganaderas. Estos factores, sumados a las perturbaciones del mercado en algunos sectores agrícolas, proporcionan una base sólida para que España solicite ayuda de la reserva de crisis de la PAC.
La Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027 incluye una reserva de crisis agrícola con una dotación mínima de 450 millones de euros anuales, destinados a hacer frente a perturbaciones del mercado o a situaciones excepcionales, ya sean de carácter climático o sanitario, que afecten a la producción agraria en los Estados miembros de la Unión Europea. Para activar estos fondos, los países deben presentar un informe a la Comisión Europea en el que justifiquen sus solicitudes y evalúen los daños causados por los fenómenos adversos.
En lo que va de 2024, varios países europeos han solicitado y recibido fondos de esta reserva. En julio, la Comisión Europea asignó 77 millones de euros a Austria, Chequia, Polonia y Portugal para hacer frente a las dificultades climáticas. Este próximo lunes, se espera que se aprueben otros 120 millones de euros para Italia, Bulgaria, Alemania, Estonia y Rumanía. La Unión de Uniones subraya que España debe seguir el ejemplo de estos países y presentar su solicitud lo antes posible, ya que los fondos se asignan bajo el principio de «el que primero pide, primero se le sirve».
Uno de los puntos que más preocupa a la Unión de Uniones es que si los 450 millones de euros de la reserva de crisis no se agotan en el ejercicio, se pierden para el sector agrícola. En este sentido, la organización agraria insiste en que sería «absurdo» no solicitar los fondos cuando España tiene más que suficientes razones para hacerlo. «Este mecanismo está diseñado para situaciones como la que estamos viviendo en nuestro país. No solicitar los fondos sería un grave error y una pérdida de oportunidad para ayudar a nuestros agricultores y ganaderos», afirman desde la organización.
Además, la Unión de Uniones insta al Ministerio de Agricultura a no solo solicitar los fondos europeos, sino también a complementar estas ayudas con recursos propios del Estado. Según las normas de la Comisión Europea, los Estados miembros pueden aumentar hasta un 200% el montante de las ayudas asignadas a través de fondos nacionales, lo que permitiría a España ofrecer un apoyo aún más significativo a su sector agrícola.
El impacto de la sequía prolongada en España ha sido devastador para muchas explotaciones agrícolas. En las regiones más afectadas, como las cuencas mediterráneas y el interior del país, los agricultores están viendo cómo sus cosechas se marchitan debido a la falta de agua, lo que ha reducido significativamente la producción de cultivos clave como los cereales, las frutas y las hortalizas. En algunos casos, los agricultores han tenido que recurrir al riego de emergencia, lo que ha incrementado sus costes de producción y ha agravado la situación económica de muchas explotaciones.
Por su parte, el sector ganadero también se encuentra en una situación crítica. La falta de pastos debido a la sequía ha obligado a muchos ganaderos a comprar forraje a precios elevados, lo que ha reducido sus márgenes de beneficio. A esto se suma la propagación de enfermedades como la EHE y la lengua azul, que están diezmando los rebaños en varias regiones del país. Según los últimos datos, solo en 2023, la EHE causó la muerte de más de 15.000 animales en España, y la situación en 2024 no parece mejorar, con nuevos focos de infección apareciendo en varias zonas.
La Unión de Uniones no es la única organización que ha advertido sobre la necesidad de actuar con rapidez para activar los fondos de la reserva de crisis. Varios expertos del sector agrícola han subrayado que la situación en España requiere una respuesta coordinada entre el Gobierno y las administraciones autonómicas para mitigar los efectos de la sequía y las crisis sanitarias. En este sentido, la organización agraria ha pedido al Ministerio de Agricultura que colabore estrechamente con las Comunidades Autónomas para preparar el informe que se presentará a la Comisión Europea y asegurar que se justifiquen de manera adecuada las necesidades del sector.
Además, la Unión de Uniones ha instado al Gobierno a tomar medidas a largo plazo para mejorar la resiliencia del sector agrícola frente a los cambios climáticos. Entre las propuestas de la organización se encuentran la modernización de los sistemas de riego, el fomento de prácticas agrícolas sostenibles y el fortalecimiento de los programas de prevención y control de enfermedades ganaderas. «Es fundamental que no solo respondamos a las crisis cuando ya están aquí, sino que también nos preparemos para evitar que se repitan en el futuro», ha señalado un portavoz de la organización.
La Unión de Uniones ha hecho un llamamiento urgente al Ministerio de Agricultura para que solicite los fondos de la reserva de crisis de la PAC y así ayudar a los agricultores y ganaderos españoles a hacer frente a la sequía prolongada y las crisis sanitarias que están afectando gravemente al sector. La organización agraria ha subrayado que España tiene razones más que suficientes para activar estos fondos y que no hacerlo sería un grave error que podría costar millones de euros al sector agrícola.
Con el Comité de Organización Común de Mercados Agrícolas evaluando nuevas asignaciones de fondos a otros Estados miembros este lunes, la Unión de Uniones ha pedido al Ministerio que actúe con rapidez para no dejar pasar esta oportunidad de apoyo europeo.