SEO/BirdLife propone alternativas para compatibilizar la apicultura con los abejarucos y da la alarma sobre otras amenazas a las abejas que no se están afrontando

Agronews Castilla y León

4 de agosto de 2017

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Tras el anuncio de la Junta de Extremadura sobre la autorización de métodos de control del abejaruco para reducir los daños que la asociación ASAJA afirma produce en el sector apícola, SEO/BirdLife recuerda que todas las medidas anunciadas (disparos disuasorios, sonidos, aves de cetrería y dispositivos visuales) están consideradas como no eficaces en varios informes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y Medio Ambiente (Mapama).

De hecho, el ministerio tiene definidas medidas eficaces para evitar la interacción de los abejarucos sobre las colmenas, basadas en la instalación de mallas de sombreo, redes plásticas de protección lateral y bebederos. En total, con una inversión inferior a mil euros se puede proteger eficazmente una agrupación de 80 colmenas, siendo además una estructura temporal -para utilizar sólo en la época de mayor incidencia del abejaruco (junio, julio y agosto)- que puede ser después retirada. Para SEO/BirdLife llama la atención que siendo conocidas estas medidas -descritas por el ministerio-, sean aparentemente ignoradas por el sector apícola y por la propia Junta de Extremadura, pese a ser las únicas realmente eficaces tras años de estudios sobre este tema.

Depredación puntual y sin riesgo
Tanto la Universidad de Murcia, como la de Extremadura y el propio ministerio han realizado repetidos estudios detallados del impacto del abejaruco sobre las colmenas de abejas en los últimos diez años. Las conclusiones son claras: la depredación de los abejarucos sobre las colmenas es puntual, temporal y no supone un riesgo para la viabilidad de las mismas, ya que apenas consumen un 2% de las abejas, que de forma natural regeneran las propias colmenas. Además, esta interacción se produce principalmente durante las concentraciones e inicio de la migración del abejaruco en agosto, con lo que se pueden aplicar medidas temporales de protección como las descritas.

Sobre todo, los productos químicos
En realidad, todo indica que el abejaruco no es el principal problema del sector apícola, y además, si se hace caso de los estudios y de las medidas recomendadas, aún se podrá reducir mucho más con bastante facilidad y sin necesidad de espantar o atacar a las aves. “Por el contrario -tal y como apunta Marcelino Cardalliaguet, delegado de SEO/BirdLife en Extremadura-, hay otros problemas muy graves y que no se están afrontando ya que suponen el reconocimiento de realidades incómodas, como la aplicación de miles de toneladas de productos químicos altamente dañinos para las abejas y otros insectos, en los tratamientos agrarios que cada año se llevan a cabo a lo largo y ancho de Extremadura”.

Llama la atención, por ejemplo, la campaña de control de la mosca del olivo en Las Villuercas, una comarca con fuerte presencia del sector apícola, realizada en agosto de 2016 con tratamientos aéreos de Dimetoato, incluso pese a que la propia resolución de la Junta de Extremadura recomienda no usarlo por su elevada toxicidad sobre las abejas.

Un sinsentido
Para SEO/BirdLife no tiene sentido que los apicultores extremeños pidan que se les deje espantar a los abejarucos con medidas ya demostradas como ineficaces, mientras no dicen nada sobre la aplicación de pesticidas en cultivos de toda la región. “Resulta más fácil culpar a las aves que vuelan sobre las colmenas que al invisible veneno que las abejas reciben en los campos, pero eso no solucionará los problemas de los apicultores extremeños”, puntualiza Cardalliaguet.

SEO/BirdLife va a solicitar a la Junta de Extremadura que no autorice las medidas anunciadas, sino las realmente efectivas, y en ningún caso aceptará que se permita
disparar a las aves (aunque sea de forma disuasoria) o que se empleen redes de captura con riesgo de muerte para ellas. En este sentido recuerda que el abejaruco es una especie protegida con tendencias negativas en su población.



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