
El sector cárnico español afronta 2025 como un año de grandes retos y oportunidades. De acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), el sector deberá adaptarse a un contexto geopolítico volátil, afrontar los cambios en las políticas regulatorias europeas, y consolidar su presencia en los mercados globales.
La competitividad del sector dependerá de su capacidad para abrir nuevos mercados y mantener el ritmo de crecimiento de sus exportaciones, que han registrado cifras récord en los últimos años. Además, las empresas deberán hacer frente a restricciones sanitarias internacionales, desafíos comerciales derivados de la política proteccionista en EE. UU., y la evolución de la Peste Porcina Africana (PPA) en Europa.
Exportaciones cárnicas: crecimiento imparable en los últimos cinco años
El sector cárnico español ha demostrado una notable capacidad de adaptación y resiliencia, logrando una expansión sin precedentes en los mercados internacionales. En 2024, las exportaciones de carne y productos cárnicos han alcanzado niveles históricos:
- Carne de porcino: 2.326.258 toneladas exportadas, con un valor de 6.518,5 millones de euros, lo que representa un incremento del 39,2% en comparación con el periodo 2019-2024.
- Carne de vacuno: 251.209 toneladas exportadas, generando 1.345 millones de euros, con un crecimiento del 82,5% en los últimos cinco años.
- Carne de ovino: 47.041 toneladas exportadas por 348,1 millones de euros, con un aumento del 69,1%.
- Elaborados cárnicos: 199.685 toneladas exportadas, con un valor de 1.623,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 60,9% en comparación con el quinquenio anterior.
Actualmente, España exporta productos cárnicos a más de 120 países, con una fuerte presencia en China, Japón, Corea del Sur, México y Marruecos.
Nuevos mercados y auditorías internacionales en 2025
El crecimiento del sector cárnico español también dependerá de la apertura de nuevos mercados y la consolidación de destinos estratégicos. Durante 2024, países como EE. UU., Filipinas y Canadá han realizado auditorías en plantas españolas con el fin de autorizar la importación de carne de ovino.
Por otro lado, Venezuela, Indonesia y China han llevado a cabo inspecciones para ampliar el número de plantas autorizadas para exportar carne de porcino. En el caso de Venezuela, ya se ha recibido la conformidad definitiva para la exportación, lo que abre nuevas oportunidades para los productores españoles.
En el horizonte de 2025, destacan tres grandes retos en materia de expansión internacional:
- Reapertura del procedimiento para nuevas plantas de porcino en Corea del Sur.
- Autorizaciones para el mercado mexicano, con el objetivo de aumentar la presencia de productos cárnicos españoles en Latinoamérica.
- Consolidación de exportaciones de vacuno, ovino y caprino en Marruecos, y exploración de nuevas oportunidades en Australia.

El reto de las regulaciones sanitarias y la sanidad animal
Las estrictas regulaciones sanitarias internacionales representan un desafío constante para el sector cárnico español. El avance de la Peste Porcina Africana (PPA) en Europa y la reciente detección de un foco de Fiebre Aftosa en Alemania han puesto en alerta a las autoridades sanitarias y a la industria.
Según Giuseppe Aloisio, director general de ANICE, es fundamental que tanto la Administración española como las empresas del sector trabajen en conjunto para garantizar la fluidez de las exportaciones y minimizar los efectos de posibles restricciones sanitarias.
Uno de los temas pendientes sigue siendo el reconocimiento de la regionalización de la PPA en mercados clave como China y Japón, lo que permitiría evitar el cierre total de las exportaciones en caso de brotes localizados en España.
Impacto de la geopolítica y el comercio global en el sector cárnico español
El comercio internacional de carne está influenciado por un escenario global incierto, donde las tensiones comerciales entre EE. UU. y China pueden afectar las exportaciones españolas. El regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. y sus políticas proteccionistas generan preocupación en el sector.
Sin embargo, la imposición de aranceles estadounidenses a los productos chinos podría beneficiar a España. En los últimos años, China ha dado prioridad a la carne de EE. UU. y Brasil, debido a sus precios competitivos. No obstante, si EE. UU. impone nuevos aranceles a las exportaciones chinas, España podría recuperar posiciones en el mercado chino.
Según Giuseppe Aloisio, si China decide gravar las importaciones estadounidenses, España volvería a ser un proveedor competitivo en el mercado asiático. Además, la investigación por dumping al porcino europeo iniciada por China en 2024 podría frenarse si el gigante asiático necesita importar más carne.
Perspectivas para 2025: resiliencia y adaptación al cambio
El sector cárnico español se enfrenta a un año decisivo, donde la resiliencia y la capacidad de adaptación serán esenciales para mantener la competitividad internacional. Entre los objetivos estratégicos para 2025, destacan:
- Mantener el liderazgo exportador en mercados clave como China, Japón, México y Marruecos.
- Superar las barreras sanitarias y regulatorias impuestas por distintos países.
- Diversificar mercados para evitar la dependencia de un único destino.
- Aprovechar las oportunidades generadas por las tensiones comerciales entre EE. UU. y China.
Como señala Giuseppe Aloisio, la clave estará en la capacidad de las empresas para anticiparse a los cambios, garantizando siempre la calidad, trazabilidad y sostenibilidad de sus productos.
Conclusión
El sector cárnico español afronta 2025 con grandes desafíos, pero también con oportunidades de expansión y consolidación internacional. Con una industria fuerte y resiliente, España seguirá siendo un referente global en la producción y exportación de carne, abanderando la marca España en los mercados más exigentes del mundo.