La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Extremadura (UPA-UCE) ha lanzado una alerta sobre una preocupante oleada de robos que afecta a explotaciones de ovino en la provincia de Badajoz. En las últimas semanas, las zonas rurales de localidades como Alburquerque, Villar del Rey, Talavera y La Roca de la Sierra han sido blanco de bandas organizadas que han sustraído aproximadamente 500 corderos, valorados en más de 60.000 euros.
Esta situación, que se produce en un contexto ya complicado para los ganaderos debido a las pérdidas generadas por la lengua azul y la campaña navideña en marcha, pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones. Según Ignacio Huertas, secretario general de UPA-UCE, “para muchos ganaderos, estos robos pueden ser la puntilla que los lleve a desaparecer”.
UPA-UCE ha recopilado información sobre los robos recientes, destacando casos especialmente graves en dos explotaciones: una en La Roca de la Sierra, donde se sustrajeron más de 200 corderos, y otra en Alburquerque, con un robo de más de 100 corderos. Estos hurtos no solo representan pérdidas económicas significativas, sino que también generan una gran inseguridad en los ganaderos, quienes dependen de la venta de estos animales para hacer frente a sus costos operativos y sobrevivir financieramente.
El problema se agrava por el momento crítico en el que se producen los robos. La campaña de Navidad es una de las épocas más importantes para las explotaciones de ovino, ya que el consumo de cordero aumenta considerablemente, ofreciendo a los ganaderos la posibilidad de equilibrar sus cuentas. Las pérdidas sufridas podrían truncar esa oportunidad y dejar a muchas explotaciones al borde del cierre.
Además, la situación sanitaria del sector añade presión. La lengua azul, una enfermedad que afecta al ganado ovino, ha generado ya graves pérdidas en las explotaciones, complicando aún más la rentabilidad de este sector esencial para las zonas rurales de Extremadura.
UPA-UCE ha señalado que los robos parecen estar siendo perpetrados por bandas profesionales, debido a la logística necesaria para sustraer y transportar un número tan elevado de animales sin ser detectados. “Todo apunta a que estas operaciones están organizadas por grupos con experiencia en el robo de ganado, lo que hace aún más urgente reforzar los controles de seguridad”, subrayó Huertas.
La organización agraria ha solicitado a la subdelegación del Gobierno en Badajoz que incremente los efectivos de la Guardia Civil destinados al control y vigilancia en las explotaciones rurales. Aunque las autoridades han informado que hay varias investigaciones en curso para desarticular estas bandas, UPA-UCE considera que se necesitan medidas inmediatas para prevenir nuevos robos y garantizar la seguridad de los ganaderos.
Ignacio Huertas ha hecho un llamamiento a las autoridades para que prioricen esta problemática y respondan con acciones concretas. Entre las medidas solicitadas por UPA-UCE destacan:
- Incrementar los efectivos de la Guardia Civil en las zonas afectadas, con patrullas regulares y control de puntos estratégicos en el entorno de las explotaciones.
- Mayor coordinación entre los cuerpos de seguridad y los ganaderos, estableciendo canales directos de comunicación para denunciar cualquier actividad sospechosa.
- Campañas informativas para los ganaderos, con recomendaciones prácticas sobre cómo proteger sus instalaciones y qué hacer en caso de detectar comportamientos inusuales en su entorno.
UPA-UCE también ha emitido recomendaciones a los ganaderos para que colaboren en la detección temprana de posibles robos. Entre estas recomendaciones se incluye:
- Informar de inmediato a la Guardia Civil sobre la presencia de vehículos sospechosos en las proximidades de las explotaciones.
- Establecer sistemas básicos de vigilancia, como cámaras de seguridad o iluminación en las áreas de mayor riesgo.
- Fomentar la comunicación entre vecinos y ganaderos para estar alertas ante posibles incidentes.
Estas medidas, aunque no pueden sustituir la acción directa de las fuerzas de seguridad, son un complemento esencial para proteger las explotaciones en el corto plazo.
Un Problema que Va Más Allá del robo
Además de las pérdidas económicas inmediatas, los robos de ganado generan un impacto emocional significativo en los ganaderos, que ven amenazada su forma de vida. Muchas de estas explotaciones familiares tienen un papel fundamental en el tejido social y económico de las zonas rurales de Badajoz.
La desaparición de estas pequeñas explotaciones no solo afectaría a los ganaderos, sino también a las comunidades locales, que dependen del empleo y los servicios que genera el sector ovino. En este sentido, UPA-UCE ha enfatizado que la falta de seguridad en el medio rural es un factor más que contribuye a la despoblación y al deterioro de estas áreas.
Desde UPA-UCE, el mensaje es claro: las autoridades deben actuar con rapidez y contundencia para frenar esta oleada de robos y evitar un daño irreparable al sector ovino. Las investigaciones en curso son un primer paso, pero no son suficientes para garantizar la seguridad de las explotaciones.
Además, la organización agraria pide un compromiso más amplio para mejorar la seguridad en el medio rural, abordando no solo los robos de ganado, sino también otras amenazas que enfrentan los agricultores y ganaderos, como el vandalismo o la falta de infraestructuras adecuadas para proteger sus bienes.
La oleada de robos en explotaciones de ovino en Badajoz es un problema grave que requiere una respuesta inmediata por parte de las autoridades. UPA-UCE ha dado voz a los ganaderos afectados, quienes necesitan medidas concretas para proteger su patrimonio y garantizar la continuidad de su actividad.
La colaboración entre los cuerpos de seguridad, las instituciones y los propios ganaderos será clave para frenar esta situación y evitar que se repita en el futuro. Mientras tanto, el sector ovino sigue luchando no solo contra las dificultades económicas y sanitarias, sino también contra la amenaza de la delincuencia organizada, que pone en riesgo su supervivencia.