La Guardia Civil ha logrado desmantelar una organización criminal dedicada al robo continuado de trigo en la comarca de la campiña cordobesa, especialmente en la localidad de Montilla. En el marco de esta operación, tres personas han sido detenidas y otras dos investigadas, todas ellas pertenecientes en su mayoría a una misma familia.
La operación ha permitido además la inmovilización de más de 200 toneladas de trigo, presumiblemente robadas, y ha dejado al descubierto un complejo sistema de desvío de camiones de grano, que involucraba a una empresa de servicios en la localidad de La Carlota. Este suceso pone de manifiesto la importancia de las operaciones de los equipos ROCA de la Guardia Civil en la lucha contra el robo de productos agrícolas en el campo español.
Desarticulación de una red criminal en Montilla: Detenidas tres personas e investigadas dos más
El instituto armado ha llevado a cabo esta operación después de recibir diversas denuncias y pistas que apuntaban a un robo continuado de trigo en la zona. Las primeras investigaciones permitieron confirmar que, desde una empresa de servicios en La Carlota, se estaban desviando camiones de trigo recién cosechado. Los camiones, en lugar de ser transportados a los puntos de destino acordados por los clientes de la empresa, eran redirigidos a una nave perteneciente a la misma compañía, donde el grano se almacenaba sin el conocimiento de sus legítimos propietarios, hasta que podía ser vendido.
Investigación y primeras detenciones
El equipo ROCA de la Guardia Civil, especializado en la investigación de delitos contra el sector agrario, fue el encargado de investigar los detalles de esta presunta trama de robo de trigo. Tras varias semanas de trabajo, se consiguió sorprender en flagrante delito a uno de los implicados, en el momento exacto en el que realizaba una descarga de trigo en la nave sospechosa. Este hallazgo resultó clave para que los agentes pudieran inmovilizar la mercancía y proceder a su precinto.
El equipo de investigadores de la Guardia Civil, tras analizar los registros y cotejar las pruebas obtenidas, determinó que el robo de trigo en la comarca se había venido realizando de manera continuada. Esta operación ha resultado en la detención de tres personas y la investigación de otras dos por su presunta implicación en delitos de pertenencia a grupo criminal y hurto continuado.
200 toneladas de trigo incautadas: el impacto en el sector agrario
Uno de los aspectos más relevantes de este caso es la inmovilización de más de 200 toneladas de trigo, una cifra significativa si se considera que el trigo es uno de los cultivos esenciales en la zona. La pérdida de estas cantidades de grano representa no solo un impacto económico directo para los agricultores afectados, sino también un riesgo para la estabilidad del suministro de trigo en la región. Este tipo de robos afecta especialmente a los pequeños y medianos agricultores, que ven cómo el fruto de su trabajo es sustraído sin posibilidad de defensa, generando incertidumbre en el sector.
El papel del equipo ROCA en la lucha contra los delitos agrarios
La Guardia Civil ha reforzado en los últimos años sus esfuerzos en la protección del campo español a través de los equipos ROCA (Robos en el Campo), que actúan específicamente en la prevención e investigación de delitos en el ámbito agrario. En esta ocasión, el equipo ROCA de la campiña ha sido fundamental en la identificación y captura de los presuntos implicados en el robo continuado de trigo.
Desde su creación, los equipos ROCA han jugado un papel esencial en la lucha contra los robos en el campo, especialmente en zonas como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde los hurtos en explotaciones agrícolas y ganaderas se han convertido en una amenaza persistente. La colaboración de los agricultores y ganaderos con estos equipos es clave para el éxito de sus operaciones.
Estrategia de la organización criminal: cómo desviaban el trigo sin ser detectados
Según ha informado la Guardia Civil, el modus operandi de este grupo criminal implicaba una serie de pasos meticulosamente organizados para lograr el desvío de las cargas de trigo sin levantar sospechas. La red tenía acceso a una empresa de servicios que gestionaba el transporte de trigo cosechado en la comarca. Aprovechando esta infraestructura, los presuntos autores redirigían los camiones cargados de trigo hacia una nave privada en lugar de los destinos finales establecidos.
El uso de instalaciones propias permitía a la organización almacenar el grano de forma temporal, hasta que podía ser vendido en el mercado negro o distribuido a otros compradores no vinculados a los legítimos propietarios del trigo. Este sistema de desvío era rentable, ya que se beneficiaban de la falta de control que caracteriza al movimiento de grandes volúmenes de grano en zonas rurales.
La sustracción de trigo afecta de forma directa a la economía de las áreas rurales, y, en este caso, a los agricultores de la campiña cordobesa. Con un precio aproximado en el mercado de 300 euros por tonelada, las 200 toneladas de trigo robadas representan un valor de unos 60.000 euros, una cifra significativa para una economía basada en la agricultura de secano. Además, el robo continuado genera desconfianza en el sistema de transporte y almacenamiento de los productos agrícolas, un sector en el que la confianza y la trazabilidad son fundamentales.
Los agricultores de la región se enfrentan a pérdidas económicas y a una mayor vulnerabilidad ante la delincuencia, lo que puede llevar a una reducción de la actividad agraria y, en última instancia, afectar la economía rural y la estabilidad del sector alimentario.
Esta operación de la Guardia Civil pone de relieve la importancia de la vigilancia y el control en el sector agrario para proteger los recursos de los agricultores. El éxito de esta intervención no solo radica en la detención de los presuntos delincuentes, sino también en el impacto positivo que tiene en la tranquilidad y seguridad de los agricultores de la comarca.
La detención de estos individuos y la incautación de 200 toneladas de trigo demuestran que los equipos ROCA de la Guardia Civil siguen siendo una herramienta indispensable en la lucha contra los delitos agrarios en España. Además, la colaboración ciudadana y la rápida respuesta del instituto armado han sido factores clave para el éxito de esta operación, que ha permitido proteger los intereses de los agricultores y devolver la tranquilidad a la comarca.