El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente, ha dado un paso crucial en la defensa de los intereses de los agricultores de la región. El pasado 13 de agosto, se remitió a ENESA (Entidad Nacional de Seguros Agrarios) y al Consorcio de Compensación de Seguros un informe técnico exhaustivo que pone de manifiesto la gravedad de la sequía que ha afectado a la región durante 2024. Este informe, elaborado por la Unidad de Estadística Agraria y el Servicio de Información Agroclimática (SIAR), tiene como objetivo principal mejorar el funcionamiento de los seguros agrarios frente a la sequía y asegurar que los agricultores riojanos reciban las compensaciones justas.
Impacto de la sequía en La Rioja durante 2024
El año 2024 ha sido particularmente difícil para los agricultores de La Rioja, con diferentes episodios de sequía que han coincidido con los momentos de mayor demanda hídrica de los cultivos de invierno de secano. Estos eventos climáticos extremos han provocado una reducción significativa en los rendimientos de las cosechas, poniendo en riesgo la viabilidad económica de muchas explotaciones agrícolas en la región.
El informe elaborado por la Unidad de Estadística Agraria y el SIAR se centró en la evaluación de daños en cultivos extensivos por sequía, con el fin de justificar la necesidad de ayudas directas y de ajustes en las pólizas de seguros agrarios. Según los datos recabados, la pérdida de cosecha se produjo antes de la aparición de mohos negros o de hollín, lo que confirma que la sequía fue el factor determinante.
Resultados del informe de la Unidad de Estadística Agraria y el SIAR
El análisis de los últimos cinco años reveló que Rioja Alta ha sido la zona más perjudicada, especialmente en su extremo noroccidental. En municipios como Grañón, Herramélluri, Leiva, San Millán de Yécora, y Treviana, las pérdidas de cosecha han alcanzado niveles alarmantes, con una reducción cercana al 90%. Otras localidades como Ochánduri y Villalobar de Rioja también han sufrido pérdidas significativas, del orden del 80%. En un segundo nivel de afectación, municipios como Baños de Rioja, Casalarreina, Cuzcurrita de Río Tirón, Tirgo, y Tormantos han registrado pérdidas superiores al 50%. En total, más de 50 municipios de La Rioja han experimentado pérdidas que oscilan entre el 20% y el 50%.
Estos datos demuestran que la sequía ha tenido un impacto devastador en la agricultura de la región, justificando así la necesidad de una revisión de las pólizas de seguros y de la implementación de medidas de apoyo económico para los agricultores.
Medidas propuestas por el Gobierno de La Rioja para paliar las pérdidas
Ante esta situación, el Gobierno de La Rioja ha solicitado la colaboración de ENESA y del Consorcio de Compensación de Seguros para que se reconozca la gravedad de las pérdidas por sequía y se ajusten las tasaciones de los seguros agrarios en consecuencia. La Administración regional insiste en que las producciones aseguradas coinciden con las reales y que no ha habido malas prácticas por parte de los agricultores, lo que refuerza la necesidad de no aplicar reducciones injustificadas en las compensaciones.
Además, el Ejecutivo regional está trabajando en la elaboración de una Orden de ayudas directas para los agricultores profesionales de secano cuyos rendimientos se han visto gravemente afectados por la sequía. Según fuentes oficiales, esta medida podría representar una inyección económica de entre 1,8 y 2 millones de euros para el sector, lo que ayudaría a mitigar las pérdidas sufridas.
Otra medida destacada es la propuesta de ofrecer una póliza de seguro específica de la línea 309 para la sequía, que cubra el porcentaje no compensado por la franquicia del seguro. Con un presupuesto de 5 millones de euros destinado a la subvención de la contratación de seguros, el Gobierno de La Rioja pretende asegurar que más del 70% de la superficie cultivada de cereales en la región esté protegida contra este tipo de eventualidades climáticas.
La importancia de los seguros agrarios en un clima cambiante
La situación vivida en La Rioja durante 2024 es un recordatorio de la vulnerabilidad del sector agrícola ante los efectos del cambio climático. La sequía es solo una de las muchas amenazas que enfrentan los agricultores, y contar con seguros agrarios efectivos es crucial para garantizar la sostenibilidad económica de las explotaciones.
El informe remitido por el Gobierno de La Rioja a ENESA y al Consorcio de Compensación de Seguros subraya la necesidad de ajustar los modelos de seguros agrarios a la realidad climática actual, donde fenómenos extremos como la sequía son cada vez más frecuentes. La colaboración entre el sector público y privado será esencial para desarrollar herramientas de aseguramiento que protejan adecuadamente a los agricultores y les permitan enfrentar un futuro incierto con mayor seguridad.
En resumen, el Gobierno de La Rioja está tomando medidas proactivas para asegurar que los agricultores afectados por la sequía reciban el apoyo que necesitan, tanto a través de ayudas directas como de mejoras en los seguros agrarios. Estos esfuerzos no solo buscan mitigar las pérdidas actuales, sino también sentar las bases para una agricultura más resiliente y preparada para los desafíos que presenta el cambio climático.
