El proyecto europeo Wheatbiome está revolucionando la producción de trigo mediante estudios innovadores que buscan descifrar el microbioma del cultivo para desarrollar alimentos y piensos más saludables, sostenibles y resilientes. Este ambicioso trabajo de investigación, que incluye ensayos en Castilla y León, tiene como objetivo comprender el efecto de los factores bióticos y abióticos en los microbiomas del trigo y su impacto en la calidad del grano y la rentabilidad agrícola.
Los primeros resultados han revelado diferencias significativas en la microbiota del trigo en función de si se cultiva en condiciones de secano o de regadío, lo que podría tener implicaciones clave en la eficiencia productiva y la sostenibilidad del cultivo.
El efecto del riego en el cultivo de trigo
El riego en el trigo ha experimentado una transformación notable en las últimas décadas, gracias a la implementación de tecnologías de precisión como el riego por goteo y la teledetección. Estas innovaciones han permitido mejorar la eficiencia hídrica, reduciendo el consumo de agua y aumentando la productividad del cereal.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la superficie de trigo de regadío en España alcanzó en 2023 las 431.000 hectáreas, representando un aumento del 6% respecto a 2022. En Castilla y León, el principal productor de trigo del país, se destinaron 165.000 hectáreas a este cereal bajo el apoyo de regadío en la última campaña.
Comparativa entre secano y regadío
Los estudios de Wheatbiome han identificado diferencias en la composición microbiológica del trigo en función del tipo de cultivo:
- Trigo de secano: Menor presencia de levaduras y hongos beneficiosos, lo que puede afectar la fertilidad del suelo y la resiliencia del cultivo.
- Trigo de regadío: Mayor diversidad microbiológica, lo que contribuye a mejorar la absorción de nutrientes y la resistencia a enfermedades.
A pesar de las ventajas del regadío, los agricultores se enfrentan a retos como el coste del agua y la dependencia de infraestructuras hidráulicas. En Castilla y León, el precio medio del agua para riego oscila entre 0,12 y 0,28 €/m³, dependiendo de la cuenca hidrográfica y el sistema de distribución.
Producción ecológica: una tendencia en crecimiento
La producción ecológica de trigo ha crecido de manera constante en los últimos años, impulsada por la demanda de alimentos sostenibles y libres de pesticidas. Sin embargo, este sistema de cultivo enfrenta desafíos como menores rendimientos y mayores costos de certificación.
En Castilla y León, la superficie de producción ecológica alcanzó en 2023 las 113.000 hectáreas, y se espera que en 2024 supere las
140.000 hectáreas, de las cuales aproximadamente un 16% está dedicado al cultivo de cereales, principalmente trigo y cebada.
Rentabilidad del trigo ecológico
Los agricultores que optan por el trigo ecológico pueden beneficiarse de precios más elevados, aunque los rendimientos suelen ser menores. Según datos de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA):
- Producción convencional: Rendimiento medio de 4,2 toneladas por hectárea y precio de 275 €/t.
- Producción ecológica: Rendimiento medio de 2,8 toneladas por hectárea, pero con precios que pueden superar los 420 €/t.
A pesar de la menor productividad, el mayor precio de venta y las ayudas a la producción ecológica pueden compensar la diferencia, haciendo que esta opción sea rentable a largo plazo.
Investigaciones y próximos pasos de Wheatbiome
El proyecto Wheatbiome está desarrollando nuevas estrategias para mejorar la calidad del trigo y su impacto en la alimentación humana y animal. Entre los avances más relevantes destacan:
- Análisis del impacto de microorganismos beneficiosos en la mejora del rendimiento del trigo.
- Desarrollo de nuevas variedades con mayor resistencia al estrés hídrico y térmico.
- Estudios sobre la capacidad de fermentación del citado cereal y su impacto en la producción de piensos.
Los expertos de Wheatbiome estiman que los resultados finales del proyecto podrían implementarse a gran escala en los próximos 5 a 10 años, transformando la producción de este cereal en Europa y mejorando la rentabilidad de los agricultores.
El trigo sigue siendo uno de los cultivos esenciales en la producción agrícola europea, y el desarrollo de tecnologías de riego y producción ecológica desempeñará un papel clave en su evolución. Gracias a proyectos como Wheatbiome, los agricultores podrán acceder a nuevas herramientas para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de sus cultivos.
Mientras el riego permite optimizar la producción a corto plazo, la agricultura ecológica ofrece precios más atractivos en mercados especializados. El equilibrio entre ambos sistemas será crucial para el futuro de este cereal en España y Europa.
