
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Lenteja de Tierra de Campos” es la encargada de velar por la trazabilidad y la buena calidad del producto tiene su sede en Mayorga.
Los 260 municipios en los que se puede cultivar la Lenteja de Tierra de Campos están enclavados en las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora.
Las 11 empresas que comercializan esta legumbre amparada por el Calidad Lenteja de Tierra de Campos están en las provincias de León, Palencia, Salamanca Valladolid y Zamora.
En el año 2015 se sembraron 3057 hectáreas acogidas a al IGP. Las condiciones meteorológicas de la campaña pasada no fueron las más idóneas para la producción y tan sólo se disponen este año de 1.115 toneladas de Lenteja de Tierra de Campos, aunque la cosecha ha sido baja en producción, las 1.115 toneladas recogidas de Lenteja de Tierra de Campos son de muy buena calidad.
Características de la lenteja de Tierra de Campos.
La Lenteja de Tierra de Campos es una legumbre cuya excelencia ha sido reconocida por la Administración tras haberse demostrado un vínculo real entre su calidad y su origen geográfico.
Se cultiva en una zona seleccionada de la comarca de Tierra de Campos que se extiende por las provincias de León, Palencia, Valladolid y Zamora. Tierra de llanuras alomadas y en cuya inmensidad asoman los palomares hechos de la misma tierra en la que se cultivan las lentejas.
Es este suelo libre de contaminación y bajo un cielo puro y limpio se cultiva la Lenteja de Tierra de Campos. El sol del mediodía, las suaves o frías temperaturas matutinas y vespertinas crean un entorno agroclimático ideal, que permite una lenta maduración de estas lentejas de excelente calidad, cuyo desarrollo final debemos al buen hacer de nuestros agricultores.
La Lenteja de Tierra de Campos es muy fina al paladar, su pequeño diámetro (entre 3,5 y 4,5 mm) hace que no pierdan la cubierta cuando se cocinan. La cubierta es de color pardo con puntos negros, el cotiledón es de color amarillo.
Su riqueza proteica y su alto contenido en fibra la hacen un plato necesario en una dieta equilibrada.
Las lentejas no necesitan aporte extra de nitrógeno. La simbiosis con algunas bacterias del género Rhizobium las permiten aprovechar el nitrógeno del aire, que fijan dichas bacterias, de ahí la importancia agronómica de las mismas