La quema controlada de rastrojos vuelve a Extremadura tras ocho años de prohibición

Agronews Castilla y León

29 de agosto de 2024

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APAG Extremadura Asaja ha logrado que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura autorice nuevamente la quema controlada de rastrojos en el campo, una práctica que no se permitía desde el año 2016. Esta medida, largamente reivindicada por la organización agraria, entrará en vigor en breve, permitiendo a los agricultores solicitar una autorización individual para llevar a cabo esta práctica esencial para la gestión fitosanitaria de los cultivos.

Una medida largamente esperada por los agricultores

Desde hace más de ocho años, la prohibición de la quema controlada de rastrojos en Extremadura había generado un creciente malestar entre los agricultores, quienes veían cómo sus cultivos se veían afectados por un incremento significativo de plagas, enfermedades y malas hierbas. Esta situación obligaba al uso intensivo de tratamientos fitosanitarios, que no solo incrementaban los costos de producción, sino que también generaban preocupaciones en torno al impacto ambiental de dichos productos.

Juan Metidieri, presidente de APAG Extremadura Asaja, ha sido uno de los principales defensores de la necesidad de reintroducir esta práctica. En una rueda de prensa reciente, Metidieri destacó que “nuestros cereales tienen más plagas y más enfermedades que nunca, además de malas hierbas, que es algo que nos afecta mucho. Esto provoca muchos tratamientos fitosanitarios”. Metidieri subrayó que la única medida realmente efectiva para combatir estos problemas es la quema controlada de rastrojos, una práctica que permite controlar de manera eficaz las plagas y enfermedades, así como reducir la cantidad de malas hierbas en los campos.

APAG Extremadura Asaja ha logrado que la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura autorice nuevamente la quema controlada de rastrojos en el campo, una práctica que no se permitía desde el año 2016. Esta medida, largamente reivindicada por la organización agraria, entrará en vigor en breve, permitiendo a los agricultores solicitar una autorización individual para llevar a cabo esta práctica esencial para la gestión fitosanitaria de los cultivos.  

El largo camino hacia la autorización

La autorización de la quema controlada de rastrojos no ha sido un proceso sencillo. Desde que se prohibió en 2016, APAG Extremadura Asaja ha realizado numerosas reivindicaciones para que esta medida se volviera a implementar. La última de estas reivindicaciones tuvo lugar el pasado 28 de mayo, cuando la organización agraria se manifestó a las puertas de la Consejería de Agricultura y Ganadería, exigiendo una solución a los problemas fitosanitarios que enfrentan los cultivos en la región.

Finalmente, tras años de lucha, la publicación el 1 de agosto de 2024 de la circular de coordinación 37/2024 por parte del Ministerio de Agricultura, dentro del Plan Nacional de Controles de Condicionalidad Reforzada, abrió la puerta a que la Consejería autorizara la quema controlada por motivos fitosanitarios. Esta circular fue el respaldo necesario para que la Junta de Extremadura diera luz verde a la medida, que ahora podrá realizarse de forma ordenada y bajo estrictas condiciones de control.

Condiciones para la quema controlada

La autorización de la quema controlada de rastrojos no implica un permiso generalizado para todos los agricultores. La medida se implementará bajo un esquema de autorizaciones individuales, lo que significa que cada agricultor deberá solicitar un permiso específico para llevar a cabo esta práctica en sus campos. Estas autorizaciones estarán sujetas a una serie de condiciones y controles para garantizar que la quema se realice de manera segura y con un mínimo impacto ambiental.

Entre las condiciones establecidas, se incluyen la necesidad de justificar la quema por motivos fitosanitarios, la realización de esta práctica bajo condiciones climáticas favorables, y la adopción de medidas preventivas para evitar la propagación del fuego fuera de las áreas designadas. Además, la quema solo podrá realizarse en fechas específicas y con la presencia de personal capacitado para controlar la actividad.

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Impacto en el sector cerealista

La reintroducción de esta práctica agronómica es una medida que celebra el sector cerealista de Extremadura. Según datos de APAG Extremadura Asaja, en los últimos años, el aumento de plagas y enfermedades ha tenido un impacto negativo en los rendimientos de los cultivos, con una reducción promedio del 15% en la producción de cereales en la región. Este descenso en la productividad ha sido especialmente preocupante en un contexto de creciente competitividad internacional y de fluctuaciones en los precios de los cereales en el mercado global.

La quema controlada de rastrojos, además de su eficacia fitosanitaria, también ofrece beneficios en términos de reducción de costos. Al eliminar la necesidad de múltiples tratamientos químicos, los agricultores pueden reducir sus gastos en fitosanitarios, lo que a su vez mejora la rentabilidad de sus explotaciones. Además, la quema de rastrojos ayuda a preparar los terrenos para la siguiente temporada de siembra, al eliminar residuos y facilitar la incorporación de materia orgánica en el suelo.

Un precedente para otras regiones

La autorización de la quema controlada de rastrojos en Extremadura podría sentar un precedente para otras regiones de España que enfrentan problemas similares. La medida adoptada por la Junta de Extremadura ha sido observada con interés por otras comunidades autónomas, donde los agricultores también han expresado su preocupación por las restricciones impuestas a esta práctica.

En este sentido, APAG Extremadura Asaja ha anunciado que continuará trabajando para que la medida se mantenga en el tiempo y para que se amplíen las condiciones bajo las cuales se permite la quema controlada. Además, la organización agraria ha señalado la importancia de seguir monitorizando el impacto de esta práctica en los cultivos y en el medio ambiente, para garantizar que se mantenga un equilibrio entre la producción agrícola sostenible y la protección del entorno natural.

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Una victoria para el campo extremeño

La autorización de la quema controlada de rastrojos en Extremadura representa una importante victoria para los agricultores de la región, quienes llevaban años luchando por la reintroducción de esta práctica. Gracias a la perseverancia de APAG Extremadura Asaja y al respaldo de la circular del Ministerio de Agricultura, la Junta de Extremadura ha dado un paso fundamental para mejorar la salud fitosanitaria de los cultivos y para reducir los costos de producción en el sector cerealista.

Aunque la medida viene acompañada de estrictas condiciones y controles, su implementación marcará un antes y un después en la gestión agrícola de la región, permitiendo a los agricultores enfrentar de manera más efectiva los desafíos que plantean las plagas y enfermedades en sus campos. Con esta autorización, el campo extremeño se fortalece y se prepara para afrontar con éxito las próximas campañas agrícolas.

 



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