Recientemente, el Puerto de Tarragona recibió la Ocean Legend, un barco proveniente del Puerto ucraniano de Izmail cargado con 4.935 toneladas de Sorgo, un cereal para la producción de productos para la alimentación animal.
La embarcación de 111 metros de eslora y 3.557 de GT salió el 24 de junio del Puerto de Izmail dirección Tarragona donde llegó el pasado jueves después de 14 días de travesía. Este puerto ucraniano está situado en las aguas de uno de los canales distributaris del río Danubio, haciendo frontera con Rumanía, y depende del Ministerio de Infraestructuras de Ucrania.
Antes de este trayecto al Puerto de Tarragona, la Ocean Legend fue a Italia y la previsión, una vez acabada la operativa de viernes es que se dirija a Constanta, Rumanía. El barco, que fue al Puerto de Tarragona hasta finales de la semana pasada, navega con tripulación y bandera turca.
Importaciones anticipadas
El Puerto de Tarragona llevaba desde el mes de marzo sin recibir ningún barco procedente del país de la Europa del Este, al poco del inicio del conflicto bélico. El envío de la mayor parte de mercancías se produjo a finales de 2021 e inicios de 2022.
En los tres primeros meses de este año se recibieron 627.686 toneladas, principalmente cereales y harinas, el que supone haber importado más en el primer trimestre del año que en los primeros seis meses de 2021 donde se movieron 450.122 toneladas entre Ucrania y el Puerto de Tarragona.
Sorgo, sustitutivo del cereales
El sorgo se utiliza como alternativa de producción a los cereales como trigo o maíz en áreas donde la siembra es más complicada, al tratarse de un cultivo que tiene demanda hídrica inferior.
Según la asociación Sorghum ID, la asociación que une los principales actores europeos de sorgo, la producción mundial durante el 2021 aumentó hasta superar los 60 millones de toneladas en la última campaña, siente el quinto cereal más cultivado en el mundo a los cinco continentes.
En todo Europa se cultivaron 550.000 hectáreas de sorgo el 2021, el 50% en países de la Unión Europea y la otra mitad en Rusia y Ucrania. El 60% de la producción se destina a grano y el otro 40% a forraje. Las previsiones señalan que para el 2022 se superarán las 200.000 hectáreas sembradas de este cereal en la Unión Europea.
