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Cerca de 400 cerealistas de toda Castilla y León han mostrado hoy, 11 de octubre, en Valladolid la crisis que está viviendo el sector como consecuencia de unas importaciones descontroladas y una especulación que hace que hayan perdido 500 millones de euros en la última cosecha.
Bajo el lema «Costes, importaciones y especulación arruinan nuestra producción», los cerealistas castellanoleoneses, convocados por ASAJA y La Alianza UPA – COAG, han mostrado, ante la Delegación del Gobierno en la región, la crisis que está viviendo el sector con unos precios que han pasado, en apenas dos años, «de los 360 a los 200 euros por toneladas», aseguraba Donaciano Dujo, presidente de ASAJA, que aseguró que «a menos de 280 euros por tonelada nuestros cereales no son rentables, cuando los costes de producción han pasado de los 500 euros por hectárea a los 750».
El responsable agrario subrayaba que «no se puede sembrar para cubrir gastos. Esta situación está provocando que en unas pocas campañas se haya pasado de sembrar 2 millones de hectáreas de cereal en Castilla y León, a los poco más de 1,5 actuales»
«Nuestros precios dependen de la importación y eso ha provocado que hayamos perdido en la última campaña más de 500 millones de euros sólo si comparamos los 200 euros por tonelada que hemos percibido y los 280 que deberíamos recibir parea ser rentables», afirmaba Dujo
Peticiones de los cerealistas
Los cerealistas de Castilla y León demandan a las administraciones un control real de las importaciones que llegan desde Ucrania así como la prohibición de productos que no cumplan con la normativa de la Unión Europea así como que se cumpla la Ley de la Cadena y no se pueda vender a pérdidas.
Otro aspecto que han demando es un etiquetado claro de los productos agroalimentarios que permita conocer al consumidor el origen real de cada uno de ellos. Sin olvidar la necesidad de activar ayudas para los agricultores del sur del Duero que llevan varias campañas soportando una tremenda sequía y el hecho de que la ruina de los cerealistas, con precios claramente a la baja, no se está trasladando a los piensos que siguen teniendo unos precios disparatados.
Preferencia comunitaria
Por su parte, Lorenzo Rivera de UPA ha reclamado que se active para el sector la «preferencia comunitaria». «No puede ser que entre 2022 y 2023 hayan llegado llegado a España más de 14 millones de toneladas de cereal de Estados Unidos, Brasil o Argentina, a lo que habría que sumar otros 10 millones de producciones intracomunitarias. No es posible que nosotros tengamos el cereal sin vender, y venderlo a 200 euros es arruinarse, mientras nos están inundando con el de fuera de España».
«El sector cerealista esta dominado por la especulación, afirmaba Rivera, que destacaba que con una cosecha de 8 millones de toneladas en Castilla y León, con una demanda de las fábricas de piensos de 5,5 millones se siga trayendo producción importada», remataba su intervención Rivera que quiso acabarla sin lamentar el oligopolio que están soportando los agricultores y ganaderos en sectores como el abono, las semillas…
Los operadores y las Lonjas
Finalmente, Aurelio González, máximo responsable de UPA en Castilla y León, recriminó a las lonjas provinciales la manipulación que sufren por parte de los grandes operadores de cereales, «a esos es a los que las Administraciones tienen que darles un buen tirón de orejas, pues están jugando con el futuro de nuestras familias. Hace unos meses nos decían que tenían que bajar el precio porque el cereal ucraniano llegaba al puerto muy barato. Ahora, lo hace a 230 euros ¿Por qué no nos suben el precio que nos pagan a nosotros?»