La Unión Europea ha renovada hasta 2022 el permiso para el uso del glifosato.
Dieciocho países votaron a favor, lo que representa un poco más del 65% de la población de la UE necesaria. Nueve se opusieron y solo un país se abstuvo, lo que permitió alcanzar la mayoría calificada requerida, en contra de una primera votación a principios de noviembre.
Después de abstenerse de la ronda anterior a principios de noviembre, Alemania votó a favor de la propuesta, después de haber solicitado enmiendas al texto en relación con las restricciones sobre el uso privado de glifosato y el respeto por la biodiversidad.
Francia, por su parte, aprovechó las repetidas abstenciones de Alemania para imponer su posición de una salida gradual pero rápida de este herbicida. Cuando la Comisión Europea propuso una renovación de diez años, Francia se opuso.
Bajo esta presión francesa respaldada especialmente por Italia, Bruselas propuso por primera vez, a principios de noviembre, una renovación limitada a cinco años. Propuesta que fue rechazada por Francia y algunos otros países, y especialmente por la abstención de Alemania.
Para esta votación final del 27 de noviembre, Francia votó en contra, ahora defendiendo un período de tres años.
El cambio de posición de Alemania ayudó a inclinar la balanza a favor de esta nueva autorización.
La Comisión Europea ha adoptado esta decisión antes de que la autorización actual expirase el 15 de diciembre.