
“Algo pasa en el mundo de las legumbres cuando la FAO necesita un año para este sector”. Con ese argumento arrancaba su exposición Valentín López, miembro de la Asociación Nacional de Leguminosas las jornadas dedicadas a analizar el presente y el futuro de este campo en España. El evento que concluyó ayer en Guadalajara contó con la organización de APAG, ASAJA e Ibercaja y la asistencia de 200 personas dispuestas a charlar sobre la salud de las legumbres.
EN UN DATO
-
En toda la Unión Europea solo se cultiva el 2 por ciento del total de leguminosas del mundo.
¿El resultado? Un “necesita mejorar”. En Castilla-La Mancha tan solo se cultiva el 2 por ciento del total nacional y, por ello, consideran que la solución pasaría por la creación de una marca propia de éxito y la investigación en la mejora de las variedades de legumbre: “Fijan nitrógeno, ahorran fertilizante, aumentan el rendimiento del cultivo siguiente, rompen ciclos de malas hierbas, y frenan el desarrollo de determinadas enfermedades” explicó López. Además son un fuerte revulsivo contra el cambio climático porque disminuyen la erosión del suelo, aprovechan los recursos hídricos o crean hábitat de refugio.
Pero esto no se está dando tal y como se espera. Es un cultivo en el que no se aprecia mejora genética y por ello son varios los retos que salieron durante la charla en los que, a su juicio, se deberían centrar los esfuerzos: la resistencia al frío y al encharcamiento, la resistencia al encamado fisiológico o la resistencia a enfermedades hongos y bacterias.