El PP ha reclamado en Europa que el estrés hídrico sea considerado un criterio fundamental en la distribución de los fondos europeos.
Durante un debate centrado en la problemática de la sequía, Zoido ha destacado la importancia de adaptar los mecanismos financieros de la Unión Europea (UE) a los desafíos que impone el cambio climático, subrayando la creciente gravedad de las sequías en el continente.
La Ineludible Crisis Hídrica Europea
La iniciativa de parlamentario del PP Zoido responde a la observación de que la sequía ya no es un fenómeno estacional o regional, sino una crisis persistente que afecta amplias zonas de Europa, con consecuencias devastadoras para las economías locales y la vida diaria de sus habitantes. «La sequía ha dejado de ser un fenómeno limitado al verano y a la Europa mediterránea. Hoy, incluso en pleno invierno, varias regiones de España ya sufren sequía, anticipando un verano aún más difícil», señaló Zoido, ilustrando la magnitud del problema.
Además, el impacto de estos eventos no se limita a las zonas tradicionalmente secas, sino que también ha comenzado a afectar a países de la Europa más húmeda, como Bélgica, que el año pasado experimentó una grave sequía. Esta expansión del problema subraya la necesidad de una respuesta unificada y bien financiada a nivel europeo.
El PP reclama Solidaridad Europea Frente al Cambio Climático
Zoido (PP) enfatiza que la solidaridad europea debe extenderse para abarcar la solidaridad hídrica, integrando medidas contra el cambio climático con inversiones significativas en infraestructuras hídricas y trasvases. La propuesta no solo busca mitigar los efectos inmediatos de la sequía, sino también preparar al continente para los desafíos a largo plazo que plantea el cambio climático. «La solidaridad hídrica es un componente esencial de la solidaridad europea, y los efectos del cambio climático la harán todavía más necesaria en las próximas décadas», argumentó.
La intervención de Zoido en el Parlamento Europeo no solo busca sensibilizar sobre la urgencia del tema, sino también impulsar cambios concretos en la forma en que la UE asigna sus recursos financieros. Al incluir el estrés hídrico como criterio para la distribución de fondos, la UE podría dirigir mejor sus esfuerzos y recursos hacia las regiones más afectadas, garantizando un enfoque más equitativo y eficaz en la gestión de la crisis hídrica.
La propuesta de Juan Ignacio Zoido representa un paso crucial hacia la adaptación de las políticas y finanzas europeas a las realidades del cambio climático. Al reconocer la severidad y la frecuencia creciente de las sequías en Europa, la UE se enfrenta a la necesidad de revisar sus estrategias financieras y de solidaridad. La inclusión del estrés hídrico como criterio para la asignación de fondos europeos no solo es una medida de justicia, sino una inversión esencial para la resiliencia y sostenibilidad futura del continente.