La salud de nuestros animales de compañía es uno de los temas que nos preocupa a todos los que convivimos con ellos, a las “tradicionales” enfermedades que quizás sean más fáciles de controlar por conocer las causas y los síntomas de las mismas, se suman las picaduras en perros y mascotas que son muchas veces más complicadas de descubrir al no saber a ciencia cierta quién las ha producido.
Hablar de pulgas o garrapatas parece que nos conducen directamente a picaduras en perros pero no podemos olvidar que pueden afectar también, por ejemplo, a los gatos e, igualmente, no debemos olvidarnos que aunque esos dos insectos son los principales causantes de picaduras y mordeduras en nuestros animales no podemos olvidar otros como abejas, avispas, éstas son especialmente agresivas, sin olvidar a hormigas, escorpiones, procesionarias tan habituales en las zonas de pinares y bosques… y, por qué no decirlo, las serpientes, especialmente en España las víboras, que en un momento determinado pueden llegar a atacar a nuestros animales.
Uno de los aspectos más importantes es comprobar cuando nuestro “compañero” presente una actitud anormal, arrascándose en exceso, por ejemplo, es si tiene algún tipo de picadura para, en caso de encontrarla, identificar el origen para poder actuar de la forma correcta, llegando, si aparece la más mínima duda, a llevarlo al profesional veterinario de nuestra confianza.
El momento de ocio por excelencia de nuestros perros, y cada vez en más ocasiones de nuestros gatos, como es el paseo por el parque o por el campo, es, sin embargo, el lugar en el que más peligro existe de que se produzcan contacto con esos “molestos” parásitos que son las pulgas y las garrapatas.
Las pulgas provocan una picazón muy fastidiosa a nuestros perros, sus picaduras generan bultos inflamados en la epidermis, generalmente unida a procesos alérgicos, pudiendo llegar a producir anemia en los animales, dependiendo de la cantidad de pulgas presentes en los mismos.
Algo similar se podría decir de las garrapatas, muy complicadas de descubrir cuando se adhieren al animal y sólo se las descubre cuando ya han picado al mismo. Además, esas picaduras generan enfermedades y transmiten otras, siendo muy importante que, cuando se eliminen de la piel de nuestro perro, gato o cualquier otro animal de compañía al que se puedan adherir se haga de forma completa ya que en ocasiones la mandíbula del parásito se queda en el interior complicando la desinfección de la picadura. La anemia es otro de los síntomas que presentan los animales cuando están sufriendo el ataque de estos insectos ya que tienen la capacidad de consumir hasta 5 mililitros de sangre por día.
La desinfección de estas picaduras, sea cual sea su origen, es fundamental para la rápida recuperación de nuestra mascota para lo que se pueden emplear recursos como los que se emplean para realizar el proceso en cualquiera de nuestras heridas con alcohol, yodo rebajado o agua tibia con jabón. Además, remedios tradicionales como el aloe vera o la manzanilla, también pueden aliviar el problema, siempre controlando la evolución del animal para ver si empeora y, entonces, acudir al veterinario.
