
El «perro robot», el pastor del futuro. Sin cabeza, con cuatro patas, de color verde oscuro y un interior complejo lleno de cables y conexiones.
Perro Robot
Es el ‘perro robot’, aún sin nombre, del Grupo de Robótica de la Universidad de León que puede convertirse en pastor en el futuro, aunque no sustituirá nunca a los perros mastines o a los carea, sino que se plantea como un ayudante más de la explotación.
Pastoreando ovejas
En el marco del Seminario Internacional sobre Inteligencia Artificial y Robótica para Sistemas Agrícolas Sostenibles (SAIRSAS 2023), ha tenido, el perro robot, su primer contacto con la ganadería, ha pastoreado durante un rato a un pequeño rebaño de ovejas de la Granja Experimental que la Universidad de León tiene en Villaquilambre.
Las ovejas, y también las vacas, se han asustado al ver correr al robot que, para convertirse en uno más de la granja, debe pasar más tiempo con los animales para que se acostumbren a su figura y su manera de moverse.
El GPS le puede convertir en Guía
Según explica Francisco Javier Rodríguez Lera, investigador del Grupo de Robótica de la ULE, se trata de “un robot cuadrúpedo, con GPS que permite poder mandar al robot a ciertas partes como guía, por ejemplo, a partir de imágenes satélite se le puede enviar a través de una tierra u otra utilizando coordenadas que se le pasan por una aplicación y el robot va siguiendo esos puntos y ayuda al pastor a guiar y así mejorar su gestión animal”.
La visita a la Granja de la Universidad de León supone una primera “aproximación con el objetivo de que el robot ayude al pastor en sus tareas, con sus perros o de manera remota, pera que con con las nuevas tecnologías mejore su forma de vida”. El perro robot está equipado también con cámaras que permitirían al ganadero ver en todo momento cómo están sus animales. De momento, es un prototipo que no se utiliza, pero que, en el futuro puede convertirse en una importante herramienta en ganadería.
Facilitar el trabajo del ganadero en el campo
El mundo de la robótica y la ingeniería se han acercado al campo en estas jornadas y eso, según María Teresa Carbajo, decana facultad de Veterinaria de la Universidad de León, es importante porque “los ingenieros pueden crear herramientas para facilitar la vida y el trabajo de los ganaderos en el campo, la tecnología va orientada a permitir al ganadero tener más tiempo para él”, con estas tecnologías puede tener “todo controlado sin necesidad de estar presente porque la robótica puede ayudar a recoger datos sin necesidad de estar 24 horas 365 días al año”.
Los cerca de treinta participantes en el seminario han pasado una mañana acompañando al perro robot en la Granja experimental de la Universidad de León, que, según explica Carbajo es también una granja de producción. Se trata de “una herramienta importante para la formación de los graduados de Veterinaria y también da apoyo a otras titulaciones como la escuela de Ingeniería Agronóma”.
Granja Docente
En las instalaciones hay producción de vacuno, ovino y porcino, se trata de una “granja docente, pero también da apoyo a investigaciones de los profesores, siempre bajo control del Comité de Ética de la ULE” y, a la vez, es una granja “autosuficiente, ya que las producciones de los animales se venden y financian los gastos de la granja, que tiene un importe considerable que busca equilibrarse, aunque a veces por el elevado precio de las materias primas termina teniendo algo de coste para la universidad”.
Robótica e Inteligencia Artificial
Durante tres días, el seminario ha ofrecido conferencias magistrales de expertos en el campo de la IA y la robótica aplicada a la agricultura, como Aamir Ahmad, coordinador del grupo de Percepción y Robótica de Vuelo (FRPG) de la Universidad de Stuttgart, Beatriz Remeseiro (Universidad de Oviedo), Luis Emmi, investigador postdoctoral en el Grupo de Robótica de Campo y Servicios, en el Centro de Automática y Robótica (UPM-CSIC), en Madrid, Georgios Ouzounis, jefe de Ingeniería ML en AtlasAI, Jose Miguel Guerrero Hernandez y Pablo Bustos, profesores de las universidades Rey Juan Carlos y Extremadura.
Tal y como explica Francisco Rodríguez, han escuchado a profesores que han puesto en marcha drones en África para investigar en zonas salvajes y también “vehículos autónomos en terrenos cultivados que permiten, con láser, quitar las malas hierbas”. Todo ello complementado con profesores que tienen “experiencia industrial, de transferencia, que es una de las ideas: transformar lo que hacemos para llegar al público final”.