Un nuevo episodio meteorológico adverso ha golpeado con fuerza al campo valenciano. Según una estimación inicial de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la tormenta de pedrisco registrada el martes 22 de abril ha dejado un reguero de destrucción agrícola en más de 8.500 hectáreas de cultivo, fundamentalmente en las comarcas de la Ribera Alta, l’Horta Sud y la Hoya de Buñol. El balance provisional apunta a unas pérdidas económicas de alrededor de 3 millones de euros, con especial incidencia en los frutales de hueso, que presentan mermas de hasta el 100 % de la cosecha.
Fruta de hueso, la gran damnificada: pérdidas totales en ciruelos, nectarinas y melocotones extratempranos
La fruta de hueso, como los ciruelos, nectarinas y melocotones, ha sido la más afectada por el pedrisco, justo cuando muchas variedades extratempranas comenzaban la recolección. En algunos campos, según han advertido agricultores locales, la campaña se da ya por terminada debido al alto nivel de daños. Las imágenes en las fincas afectadas reflejan árboles desfigurados, con frutos en el suelo y ramas rotas por la violencia de la granizada.
Otros cultivos afectados: cítricos, caquis, almendros, aguacates y viñedo
El alcance del temporal no se ha limitado a la fruta de hueso. AVA-ASAJA también ha detectado daños relevantes en los cítricos, en plena fase de floración y cuajado, lo que podría comprometer seriamente la producción de la próxima campaña. Los caquis, en etapa de brotación, presentan un panorama incierto, al igual que los almendros, aguacates y la viña. Los productores coinciden en que, aunque el tamaño del granizo no era excesivo, sí fue muy abundante, provocando destrozos significativos.
Zonas más afectadas: Montroi, Real, Alfarp, Llombai, Turís y Picassent
La zona más castigada se sitúa en la Ribera Alta, donde municipios como Montroi, Real, Alfarp y Llombai registran pérdidas de hasta el 100 % en sus cosechas. También se reportan daños importantes en Turís y Picassent, con cultivos muy afectados en distintos puntos de sus términos municipales. En menor medida, también han resultado damnificados otros municipios como Alginet, Catadau, Montserrat, Godelleta, Carlet y Alborache.
Cultivos en momentos clave de su ciclo biológico
Uno de los factores agravantes de este episodio ha sido que muchos cultivos se encontraban en fases fenológicas críticas. El granizo ha golpeado en un momento especialmente delicado para la floración de cítricos y el cuajado de fruta, y en plena brotación de los caquis. Este hecho incrementa el impacto del fenómeno meteorológico, ya que la recuperación agronómica de las plantas se complica y las pérdidas pueden multiplicarse con el paso de las semanas.
El daño físico en árboles agrava la situación
Además de la pérdida de fruto, muchos árboles presentan lesiones visibles en ramas y troncos, como consecuencia de la fuerza del granizo. Esta circunstancia no solo reduce la capacidad productiva para esta campaña, sino que puede comprometer el desarrollo de la planta a medio plazo. Desde AVA-ASAJA advierten de que “todavía es pronto para calcular el alcance total de las pérdidas”, especialmente en cítricos y caquis, que podrían verse más afectados a medida que avance la temporada.
Exigencia de AVA-ASAJA a Agroseguro y administraciones públicas
Ante este escenario, AVA-ASAJA ha reclamado a Agroseguro una rápida actuación para iniciar las peritaciones de las parcelas afectadas. El objetivo es que los agricultores puedan cobrar cuanto antes las indemnizaciones previstas por sus seguros agrarios. La organización agraria insiste en que la celeridad es clave para garantizar la viabilidad de muchas explotaciones, algunas de las cuales ya arrastraban problemas económicos.
Además, AVA-ASAJA solicita a las administraciones públicas —tanto la Generalitat Valenciana como el Ministerio de Agricultura— que activen medidas fiscales excepcionales y ayudas directas para los agricultores damnificados. En particular, se pide atención prioritaria para los productores que aún no habían formalizado el seguro, al encontrarse en pleno período de contratación, como ocurre en muchos cultivos de primavera.
Un problema estructural: aumento de siniestros meteorológicos en la agricultura
Lo ocurrido esta semana no es un hecho aislado. Los agricultores valencianos vienen alertando desde hace años de un incremento progresivo de fenómenos meteorológicos extremos, entre ellos granizadas, olas de calor, sequías o lluvias torrenciales. Esta realidad, que muchos vinculan al cambio climático, está provocando que el sistema agrario tradicional entre en crisis, con campañas cada vez más impredecibles y rendimientos más inciertos.
La agricultura valenciana, en el punto de mira
En este contexto, el sector agrícola de la Comunitat Valenciana vuelve a situarse en una posición de extrema vulnerabilidad. Las tormentas de granizo se suman a otros problemas estructurales como la falta de relevo generacional, los altos costes de producción, la competencia exterior y los bajos precios en origen. Para AVA-ASAJA, lo sucedido esta semana debe servir como llamada de atención a las instituciones para reforzar los mecanismos de protección frente a desastres naturales.
Conclusión: urgencia ante una campaña comprometida
La granizada del 22 de abril ha supuesto un duro golpe para la agricultura valenciana. Con miles de hectáreas dañadas y una previsión de pérdidas que podrían aumentar en los próximos días, el sector necesita respuestas rápidas y eficaces. Desde la evaluación pericial de los seguros hasta la activación de ayudas directas, los productores reclaman medidas concretas para afrontar la emergencia. La agricultura, como columna vertebral del medio rural, no puede permitirse seguir asumiendo sola el coste de los desastres climáticos.
