“No queremos subvenciones. La PAC es un cáncer para el sector agrario, no es el futuro. Lo que pedimos es que sobreviva gracias a mecanismos que regulen la Cadena Alimentaria”. Así de contundente se posicionaba Javier Poza, representante permanente en Bruselas de UPA, en los estudios de radioalma.be de la capital europea. La emisora bruselense dedicó buena parte de su programa Bruselas con Ñ a analizar la crisis del sector lácteo, protagonista indiscutible de la actualidad europea en las últimas semanas.
El representante de UPA en Bruselas apuntó que los 500 millones prometidos para el sector (de los que hoy ya se conoce que España recibirá 25,5) son una medida coyuntural y no estructural para tratar de reconducir la crisis del sector lácteo. “Con la nueva PAC no hay instrumentos de mercado que permitan hacer frente a desafíos como el veto ruso o la desaparición de las cuotas lácteas”, indicó Javier Poza.
Xabier Gómez, coordinador de ganadería del Sindicato Labrego Galego, apuntó que el origen del problema es “de concepto”: la UE trata de llevar a cabo una política liberal que en productos agroalimentarios no sirve. “En la PAC habría que garantizar calidad y precio justo para los productores”, señaló Gómez.
Ambos coincidieron en que el sector lácteo, y el agroalimentario en general, tiene futuro siempre y cuando se establezca una regulación firme de la Cadena Alimentaria que lleve integrado un sistema justo de configuración de precios. El objetivo: que los productores dejen de ser “el eslabon más débil”.
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