[[{«fid»:»32993″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:225,»width»:300,»style»:»width: 300px; height: 225px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]La federación francesa de cooperativas de frutas y hortalizas, FELCOOP, organizó ayer, 5 de abril, una rueda de prensa en la que ha participado Cooperativas Agro-alimentarias de España y la Federación de Cooperativas de Italia, para pedir a la Comisión Europea que sea coherente con la normativa sobre producción ecológica actualmente en discusión con objeto de imponer estrictamente las mismas normas a los agricultores europeos y a los productores de terceros países.
La Unión de Agrupaciones de Productores de Plátanos de Guadalupe y Martinica (UGPBAN por sus siglas en francés) lanzó la alerta con ocasión del Salón de la Agricultura, denunciando la competencia desleal de los productores de plátanos ecológicos de terceros países a quienes se les facilita el acceso al mercado comunitario a través de un sistema de equivalencia. Esta distorsión de competencia constituye en realidad un peligro para TODOS los productores europeos con independencia de sus producciones, que ya no podrán mejorar sus estándares de producción, y que no obstante, ahora mismo son los más elevados del mundo.
Las organizaciones cooperativas han destacado que los organismos certificadores de los países no miembros de la Unión Europea que acreditan el carácter ecológico de los productos agrícolas lo hacen conforme a las normas en esta materia de los países en cuestión y no conforme a las normas europeas. Este sistema resulta engañoso para el consumidor, que no puede diferenciar entre un producto ecológico que respete las obligaciones impuestas a los productores europeos y un producto ecológico de terceros países que no respete estas obligaciones y que esté únicamente etiquetado por equivalencia.
Cirilo Arnandis, presidente del consejo sectorial de frutas y hortalizas de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ha apoyado esta iniciativa por medio de un video en el que ha pedido a la Comisión que sólo se puedan comercializar como ecológicos los productos de terceros países que cumplen las mismas normas y estándares que los europeos. Se trata según Arnandis, de un problema que afecta a todos los productores y cooperativas de producción ecológica europea, por lo que es necesario que la Comisión que está trabajando en esta normativa defienda los intereses de los productores y consumidores europeos.
Decimos SÍ a un cambio de la normativa europea con objeto de imponer estrictamente las mismas normas a los agricultores europeos y a los productores de terceros países.