
El Gobierno de Navarra y las organizaciones agrarias firman un acuerdo sectorial que exige una reforma profunda de la PAC, mayor presupuesto y medidas claras frente a la incertidumbre geopolítica, climática y económica. El sector agroalimentario de la Unión Europea emplea a 30 millones de personas, representa el 15 % del total del empleo en Europa y alimenta a 400 millones de ciudadanos. Sin embargo, se encuentra en un momento de máxima vulnerabilidad ante la confluencia de una crisis climática, una crisis energética y una crisis geopolítica.
Estos desafíos exigen una revisión urgente y estructural de las políticas europeas que afectan al campo, siendo la Política Agraria Común (PAC) uno de los pilares más relevantes. En este contexto, el Gobierno de Navarra, junto con las principales organizaciones agrarias, ha suscrito el Acuerdo Sectorial sobre la PAC del 17 de junio de 2025.
La visión de Hansen y el horizonte 2040
El actual comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, ha presentado la hoja de ruta titulada Visión para el Futuro de la Agricultura y la Alimentación 2040, que aboga por una soberanía alimentaria europea sostenida en tres pilares: sostenibilidad ambiental, económica y social. Sin embargo, el acuerdo navarro advierte que dicha visión sigue siendo un ejercicio de principios sin concreción presupuestaria, algo crítico a las puertas de la propuesta del nuevo Marco Financiero Plurianual (MFP) para el periodo 2028-2032 que la Comisión Europea presentará en julio.
Riesgo de recortes: la defensa no puede pagar la factura del campo
El temor de Navarra es claro: que las nuevas prioridades presupuestarias de la Unión Europea –principalmente en defensa e industria, como respuesta a los conflictos geopolíticos actuales, especialmente la guerra de Ucrania– se financien a costa de la PAC. Por ello, el acuerdo exige que los fondos destinados al sector agrario no sufran recortes, y se pide un presupuesto ambicioso, estable e independiente que permita a los agricultores y ganaderos seguir produciendo alimentos seguros, saludables, asequibles y sostenibles.
Ocho claves del acuerdo
El documento recoge ocho puntos estratégicos, cuyo objetivo es defender la estructura actual de la PAC, mejorar su eficiencia y adaptarla a la realidad de Navarra:
1. El sector primario como eje estratégico
Se solicita que la agricultura y la ganadería sean reconocidas como sectores estratégicos dentro de la Comunidad Foral y de la UE, en especial por su capacidad de generar empleo y riqueza rural, así como por su rol en la soberanía alimentaria.
2. Un presupuesto sin recortes
Navarra exige que el nuevo Marco Financiero Plurianual post-2027 mantenga el nivel actual de ayudas y esté alineado con los ambiciosos retos de la Visión Hansen. No debe haber ni un euro menos para la PAC.
3. Fondos adicionales para Ucrania sin afectar a la PAC
El apoyo a Ucrania debe provenir de fondos específicos y extraordinarios, sin comprometer los presupuestos destinados a la política agraria. La solidaridad no puede implicar desmantelar sectores clave en otras regiones de Europa.
4. Mantenimiento de los dos pilares
Se reivindica la estructura de dos pilares: pagos directos y regulación de mercados, por un lado; y política de desarrollo rural, por otro. Su combinación garantiza tanto rentabilidad a corto plazo como inversiones estructurales a largo plazo.
5. Gobernanza autonómica y presupuestos separados
Navarra solicita que las Comunidades Autónomas sigan teniendo un papel clave en la gestión de la PAC. Vincular los fondos agrícolas a otros instrumentos financieros europeos puede derivar en una pérdida de recursos y de autonomía.
6. Reforma del modelo: rentas y relevo generacional
La PAC actual no ha cumplido sus promesas. La renta agraria media solo alcanza el 62 % de la del resto de sectores, y solo el 12 % de los agricultores tienen menos de 40 años. Navarra propone una PAC que favorezca a las explotaciones familiares y cooperativas, y que incentive el relevo generacional.
7. Simplificación administrativa y agricultura regenerativa
Se solicita una simplificación real de los trámites y requisitos de la PAC. Además, se plantea sustituir el sistema de penalizaciones ambientales por incentivos positivos a prácticas verdes, especialmente la agricultura regenerativa y adaptativa.
8. Cláusulas espejo y competencia justa
Navarra reclama la implantación de cláusulas espejo para que los productos importados cumplan las mismas normas ambientales, sanitarias y sociales que los europeos. También se propone aumentar los controles contra el dumping y las prácticas desleales.
Perspectivas: entre la oportunidad y la amenaza
El texto navarro destaca que la futura PAC puede ser un motor de transformación rural y ecológica, pero también un instrumento ineficaz si no se dota de recursos suficientes ni se adapta a los nuevos tiempos. Navarra insiste en que no bastan los discursos bienintencionados: se necesitan compromisos financieros reales, medidas específicas y una gestión cercana que respete la diversidad territorial.
Conclusión: Navarra planta cara
Navarra no se conforma con aceptar de forma pasiva los dictados europeos. Este acuerdo sectorial representa una posición firme, articulada desde el territorio, con la legitimidad que le da el respaldo del sector. Ahora, la mirada está puesta en Bruselas y en el próximo MFP. El futuro del campo navarro –y del europeo– se juega en los próximos meses, y este documento es una hoja de ruta para defenderlo con datos, argumentos y propuestas.