El pasado 31 de diciembre, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó la convocatoria, del Ministerio de Agricultura, de la línea ICO-MAPA-SAECA, diseñada para facilitar el acceso a la financiación de explotaciones agrarias afectadas por los devastadores efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ocurrida entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024 en varias comunidades autónomas de España. Esta medida, promovida por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), cuenta con un presupuesto total de 53,1 millones de euros, dirigido a agricultores y ganaderos de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Detalles de la convocatoria y asignación presupuestaria
La línea ICO-MAPA-SAECA se estructura en dos componentes principales:
- Subvención del capital principal de los créditos ICO, con un presupuesto de 41,25 millones de euros.
- Cobertura del coste de los avales SAECA, dotada inicialmente con 11,9 millones de euros, ampliables a 17,25 millones en 2025.
Con estas medidas, se busca subvencionar hasta el 15 % del principal de los créditos otorgados, beneficiando a los agricultores afectados con préstamos que pueden alcanzar los 100.000 euros por beneficiario. Además, se contemplan periodos de carencia de hasta tres años para facilitar la recuperación económica de las explotaciones damnificadas.
Plazos y requisitos de las ayudas
El plazo de solicitud se abrirá el 16 de enero de 2025 y permanecerá disponible hasta el 1 de septiembre de 2026. La concesión de estas ayudas se regirá bajo el principio de concesión directa, siguiendo estrictamente el orden de presentación de solicitudes.
Estas subvenciones están sujetas al régimen de minimis, estableciendo un límite máximo de 15.000 euros por beneficiario durante el periodo abierto para la solicitud. Los interesados deberán asegurarse de cumplir con los requisitos establecidos en los artículos 27 y 28 del Real Decreto-ley 7/2024, que regula estas ayudas extraordinarias.
¿Cómo funcionan los créditos ICO subvencionados?
La línea ICO-MAPA-SAECA permitirá a los agricultores solicitar préstamos con las siguientes características:
- Subvención del 15 % del principal del crédito.
- Préstamos con un límite de 100.000 euros subvencionables.
- Plazos de amortización de hasta 15 años, incluyendo periodos de carencia de hasta tres años.
- Los créditos deberán estar respaldados por avales SAECA, cuyo coste también será subvencionado.
Para garantizar la operatividad del programa, el MAPA ha firmado un convenio con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (SAECA), que establece los términos para la implementación de las ayudas.
Ampliación de los avales SAECA: apoyo a la financiación
El BOE también publicó la convocatoria para la subvención de los avales otorgados por SAECA. Inicialmente dotada con 11,9 millones de euros, esta línea contará con una ampliación de 5,35 millones adicionales en 2025, reforzando su impacto. Estos avales son fundamentales para garantizar la concesión de créditos a los agricultores y ganaderos, proporcionando seguridad financiera a las entidades prestamistas.
Objetivo: Recuperación y reconstrucción de las zonas afectadas
Las ayudas anunciadas buscan mitigar el impacto económico de la DANA en las explotaciones agrarias, permitiendo a los afectados acceder a recursos financieros para restaurar sus actividades. Según los informes preliminares, los daños ocasionados por la DANA afectaron a miles de hectáreas de cultivo y explotaciones ganaderas, generando pérdidas económicas significativas en los municipios afectados.
Cómo solicitar las ayudas
Los interesados en beneficiarse de estas líneas de financiación deberán presentar su solicitud a través de las plataformas habilitadas por el ICO y SAECA. Los documentos necesarios y los formularios se encuentran disponibles en los siguientes enlaces:
Un ejemplo de resiliencia y compromiso
Con un crédito subvencionable que asciende a 275 millones de euros, esta iniciativa demuestra el compromiso del Gobierno con el sector agrario, considerado un pilar fundamental de la economía española. Estas medidas no solo responden a una emergencia puntual, sino que también refuerzan la capacidad de adaptación y resiliencia de los agricultores y ganaderos frente a desastres naturales cada vez más frecuentes.
