La semana pasada, los precios medios del girasol en la parte europea de Rusia registraron una disminución de 550 rublos (4,97 euros), situándose en 40.625 rublos por tonelada (equivalente a 367,17 euros por tonelada). Este descenso, según los analistas de SovEcon, marca la primera caída de los precios desde finales de agosto, reflejando una desaceleración en el mercado del girasol debido a la disminución de los precios de exportación del aceite y la menor demanda por parte de los procesadores.
Los factores que han impulsado esta tendencia incluyen el debilitamiento del mercado global de aceites vegetales y un ajuste en la demanda que podría persistir en los próximos meses.
Causas de la caída de los precios del girasol
Los precios de exportación del aceite de girasol han comenzado a disminuir, cayendo 5 dólares (4,75 euros) para situarse en 1.110 dólares por tonelada FOB la semana pasada (1.053,41 euros). Esta tendencia sugiere que los precios del aceite de girasol podrían haber alcanzado su punto máximo. Los analistas esperan que continúen disminuyendo, reflejando el debilitamiento de los precios de otros aceites vegetales, como el de soja.
En la semana que finalizó el 28 de noviembre, las cotizaciones del aceite de soja cayeron 13 dólares (12,34 euros), alcanzando los 1.145 dólares por tonelada FOB (1.086,63 euros). Este descenso refuerza una tendencia general en el mercado global de aceites vegetales que afecta negativamente a los precios del girasol.
Además, la reducción de la cosecha de girasol en la región del Mar Negro, aunque previamente influyó al alza en los precios, ya parece haber sido absorbida por el mercado. En este nuevo contexto, la demanda de los procesadores de girasol ha comenzado a reducirse, contribuyendo a la desaceleración del mercado.
El valor FOB es el valor de la mercancía puesta a bordo de un transporte marítimo, el cual abarca tres conceptos: costo de la mercancía en el país de origen, transporte de los bienes y derechos de exportación.
El impacto del rublo en el mercado del girasol
A pesar de la caída de los precios, el debilitamiento del rublo ha servido como un factor de contención. El pasado viernes, el Banco Central de Rusia fijó el tipo de cambio USDRUB en 109,6, un incremento del 9 % respecto a la semana anterior. Este debilitamiento de la moneda ha reducido el impacto de la caída de los precios del girasol para los productores locales, ya que las exportaciones denominadas en dólares generan más rublos.
Propuestas del Ministerio de Agricultura para el sector
En medio de esta situación, el Ministerio de Agricultura de Rusia ha propuesto un cambio en el cálculo del derecho de exportación del aceite de girasol. A partir de febrero, el impuesto podría basarse en el índice de precios del mes en curso, en lugar de utilizar los datos del mes anterior. Este cambio tiene el potencial de reducir el impuesto de exportación, especialmente si los precios del aceite de girasol continúan debilitándose como se espera.
El ajuste propuesto por el ministerio podría ofrecer un alivio a los exportadores, haciéndolos más competitivos en el mercado global y ayudando a equilibrar los ingresos del sector.
La rentabilidad del cultivo de girasol en Rusia
A pesar de las caídas recientes, el cultivo de girasol sigue siendo rentable para los agricultores rusos. Esto ha llevado a muchos productores a considerar nuevamente la ampliación de las áreas de siembra de semillas oleaginosas, especialmente a expensas de cultivos como el trigo. Este cambio refleja una estrategia para maximizar la rentabilidad en un mercado que, aunque actualmente está en declive, ofrece oportunidades económicas significativas en el mediano y largo plazo.
El girasol sigue siendo un cultivo clave en Rusia, con una demanda sólida tanto a nivel interno como en los mercados de exportación. Sin embargo, los desafíos actuales podrían requerir ajustes estratégicos por parte de los agricultores y procesadores.
Perspectivas para el mercado del girasol
En las próximas semanas, se espera que los precios del aceite de girasol continúen disminuyendo, arrastrados por las tendencias globales y la menor demanda. Este escenario pone en evidencia la necesidad de estrategias adaptativas para los agricultores rusos, como diversificar sus cultivos o buscar eficiencia en los costos de producción.
Por otro lado, el cambio propuesto en los impuestos de exportación podría ofrecer un respiro al sector, pero aún es incierto cuánto impacto real tendrá en los precios y la competitividad del aceite de girasol ruso en el mercado internacional.
Conclusión
El mercado del girasol en Rusia enfrenta una etapa de ajustes significativos, marcada por la caída de los precios, la reducción en la demanda y los cambios regulatorios en el horizonte. No obstante, la rentabilidad del cultivo y la resiliencia del sector agrícola ruso ofrecen una base sólida para enfrentar estos desafíos. A medida que el mercado global de aceites vegetales se estabilice, es probable que el girasol recupere parte de su dinamismo en términos de precios y demanda.