El sector mayorista hortofrutícola, pieza clave en la cadena de valor de la comercialización de frutas y verduras, se enfrenta a un panorama financiero cada vez más delicado. Según los datos de Insight View, el 27% de los mayoristas hortofrutícolas en España están en riesgo máximo o elevado de impago, un aumento de un punto porcentual en comparación con el año 2023. Este incremento de la morosidad refleja las crecientes tensiones en un entorno de inflación elevada y costes en constante alza, que están presionando duramente los márgenes de rentabilidad de las empresas del sector.
Impacto de la inflación y los costes operativos
La venta al por mayor de frutas y verduras representa un eslabón esencial en la cadena de suministro que conecta a los productores con los minoristas y, finalmente, con los consumidores. Sin embargo, las empresas mayoristas se encuentran cada vez más presionadas por una serie de factores adversos. El incremento de los precios en origen, derivado de la inflación, se ha visto agravado por el aumento del coste de los combustibles, necesarios para el transporte, y el encarecimiento de la energía, indispensable para mantener la cadena de frío que garantiza la conservación de los productos perecederos.
Este entorno económico desfavorable está afectando gravemente a los márgenes operativos de las empresas mayoristas, que apenas superan el 3%. Con márgenes tan ajustados, las tensiones en la cadena de valor tienen un impacto mucho mayor en el riesgo de crédito de estas empresas, haciendo más probable que enfrenten dificultades para cumplir con sus compromisos financieros.
Diferencias en el riesgo financiero según la antigüedad empresarial
Uno de los aspectos más reveladores del análisis de Insight View es la variabilidad del riesgo de impago en función de la antigüedad de las empresas. Los datos muestran que las empresas más jóvenes, fundadas en la última década, son las más vulnerables, con un 37% de ellas enfrentando un alto riesgo de impago. Este porcentaje es significativamente superior al de las empresas con más tiempo en el mercado. Entre aquellas con una antigüedad de entre 10 y 25 años, el riesgo de impago se sitúa en el 19%, mientras que para las empresas con más de 25 años, el riesgo se reduce aún más, alcanzando solo el 15%.
Este patrón sugiere que las empresas más nuevas, a pesar de su potencial de innovación y adaptación, están teniendo más dificultades para mantenerse financieramente estables en un entorno económico volátil. Esto puede deberse a la falta de experiencia en la gestión de crisis económicas o a la dificultad para acceder a fuentes de financiamiento en condiciones favorables.
Concentración geográfica y variación del riesgo por provincia
Los mayoristas hortofrutícolas se distribuyen de manera desigual en el territorio español, con una concentración destacada en las provincias de Valencia (11%), Murcia (10%), Madrid (8%), Almería (7%), Alicante (7%) y Barcelona (6%). Sin embargo, el riesgo de impago también varía considerablemente entre estas regiones. Málaga y Madrid lideran con un 35% de empresas en riesgo elevado de impago, seguidas de Almería (34%), Sevilla (31%) y Barcelona (30%). Estas provincias presentan ratios de morosidad superiores a la media nacional.
Por otro lado, las provincias de Alicante (24%), Murcia (25%) y Valencia (26%) registran los mejores ratios, aunque estos niveles de riesgo siguen siendo preocupantes en el contexto actual.
Estructura del sector y plazos de aprovisionamiento
El sector mayorista hortofrutícola en España cuenta con una estructura empresarial significativa, con un 19% de sus empresas clasificadas como medianas o grandes, lo que muestra un alto grado de consolidación en comparación con otros sectores. Este tamaño empresarial puede ser una ventaja en términos de resiliencia financiera, ya que las empresas más grandes suelen tener más capacidad para absorber los shocks económicos y gestionar las fluctuaciones en los costes operativos.
Además, el plazo medio de aprovisionamiento en el sector, que mide el tiempo que las existencias permanecen en la empresa antes de ser vendidas, se ha reducido a 19 días. Esto es un indicio de que las empresas están gestionando de manera más eficiente sus inventarios, lo que puede ayudar a mejorar su liquidez a corto plazo. No obstante, esta reducción del plazo de aprovisionamiento también puede ser un reflejo de las dificultades para mantener grandes cantidades de stock en un entorno de demanda incierta y fluctuante.
Conclusión: tensiones crecientes y desafíos futuros
El análisis de las cuentas agregadas del sector mayorista hortofrutícola muestra un panorama preocupante. Los márgenes operativos extremadamente ajustados, apenas por encima del 3%, hacen que cualquier fluctuación en los costes de producción y distribución tenga un impacto desproporcionado en la salud financiera de las empresas. Además, el riesgo de impago está en aumento, especialmente entre las empresas más jóvenes y en determinadas regiones del país.
Con un ciclo inflacionario que aún no muestra signos claros de estabilización, las empresas del sector se enfrentan a un futuro incierto. Las políticas de gestión de riesgos, la optimización de los procesos operativos y una mayor colaboración en la cadena de valor serán claves para asegurar la supervivencia y el crecimiento de estas empresas en los próximos años. Sin embargo, el aumento del riesgo de crédito es una señal de que las tensiones económicas pueden seguir afectando al sector en el corto y mediano plazo.