
El próximo 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, la ciudad de Valladolid será el epicentro de una manifestación contra la proliferación de macrogranjas y macroplantas de biogás en Castilla y León. Diversos colectivos ciudadanos han convocado esta protesta para denunciar el impacto medioambiental, social y económico de estas instalaciones industriales en la región.
¿Por qué la manifestación contra las macrogranjas y macroplantas de biogás?
La expansión de las macrogranjas y macroplantas de biogás ha generado, aseguran los convocantes, una creciente preocupación entre los habitantes de Castilla y León, que ven en estas infraestructuras una amenaza para su calidad de vida y el equilibrio ecológico. Entre los principales problemas que denuncian los organizadores de la manifestación, destacan:
1. Excesivo consumo de agua
Una sola macrogranja puede consumir más agua que un pueblo entero. En una región donde la sequía es un problema recurrente, este tipo de instalaciones acentúan la crisis hídrica y ponen en riesgo el acceso al agua potable para la población local.
2. Contaminación del suelo y los acuíferos
Los purines y digestatos generados por la ganadería intensiva y las macroplantas de biogás contienen altos niveles de nitratos, antibióticos, hormonas y metales pesados, sustancias altamente contaminantes que acaban filtrándose en el suelo y los acuíferos. En numerosos municipios, esta contaminación ha hecho que el agua del grifo sea no apta para el consumo humano.
3. Impacto en la salud pública
Las emisiones de metano, amoníaco, dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno provocadas por estas instalaciones contribuyen a un grave deterioro de la calidad del aire y están relacionadas con un aumento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares en las zonas afectadas.
4. Falsas promesas de empleo y desarrollo
Lejos de fomentar el desarrollo rural, estas industrias destruyen más empleo del que generan y no fijan población. La ganadería industrial compite de manera desleal con la ganadería extensiva, el turismo rural y la agricultura tradicional, pilares económicos fundamentales para muchas comarcas.
5. Aceleración del despoblamiento rural
El mal olor, la contaminación y la pérdida de recursos naturales están provocando un éxodo de población hacia las ciudades, dejando pueblos cada vez más vacíos y con menos oportunidades para las nuevas generaciones.
Un modelo insostenible en Castilla y León
Actualmente, en Castilla y León hay 101 proyectos de macroplantas de biogás en trámite, multiplicando por 33 las existentes. Además, hay en proceso 81 expedientes de nuevas macrogranjas, con un crecimiento exponencial de la población porcina, que ya es casi el doble de la población humana en la comunidad.
Estos proyectos carecen de planificación y se aprueban sin estudios ambientales rigurosos ni consulta a la ciudadanía, lamentan las agrupaciones convocantes de la citada protesta. La manifestación denuncia que estos modelos están destruyendo el patrimonio natural y poniendo en peligro sectores económicos clave, como la producción de vinos, quesos y legumbres, que cuentan con Denominaciones de Origen Protegida (DOP) y Indicación Geográfica Protegida (IGP).
Reivindicaciones de los manifestantes
Los convocantes de la manifestación exigen:
1. Apoyo a modelos sostenibles
Apostar por ganadería extensiva y agricultura regenerativa, así como por energías renovables descentralizadas, que fomenten el desarrollo local sin poner en riesgo el medio ambiente.
2. Regulación más estricta
Una legislación más severa que garantice un control efectivo sobre las macrogranjas y macroplantas de biogás, con sanciones contundentes para quienes contaminen y sobreexploten los recursos.
3. Participación ciudadana
Que la aprobación de estos proyectos se realice con transparencia, informes ambientales rigurosos y, sobre todo, con la consulta y el consentimiento de la población afectada.
La manifestación del 22 de marzo no es solo una protesta contra un modelo de producción insostenible, sino un grito por el derecho a vivir en un entorno saludable, aseguran los convocantes, y por un desarrollo económico que respete el medio ambiente y genere empleo real.
Los vecinos y vecinas de Castilla y León exigen a las administraciones que detengan esta expansión descontrolada de macrogranjas y macroplantas de biogás, y que promuevan un modelo productivo sostenible y justo.
El 22 de marzo, la Plaza de Colón en Valladolid será el punto de encuentro de una ciudadanía que reclama un futuro rural digno, donde el progreso no signifique destrucción, concluyen las asociaciones convocantes en un manifiesto