Mallorca ha sido declarada oficialmente zona afectada por la lengua azul, una enfermedad vírica que ataca a los rumiantes y que se transmite por mosquitos del género Culicoides. En una rueda de prensa celebrada este martes, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha comunicado que la isla enfrenta una nueva variante del serotipo 8, significativamente más virulenta que el serotipo 4, que fue el responsable de la epidemia que afectó a las Illes Balears entre 2021 y 2023. La situación es preocupante, ya que no hay vacunas disponibles hasta finales de año, lo que plantea un gran desafío para el sector ganadero de la región.
La nueva variante del serotipo 8: Un desafío mayor
El serotipo 8 de la lengua azul, detectado por primera vez el año pasado en Francia, ya había llegado a otras regiones de España como Cataluña y Aragón, y finalmente ha sido confirmado en Mallorca. Según el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, esta nueva variante es mucho más agresiva, con una tasa de mortalidad superior al serotipo anterior. El serotipo 8 se ha extendido rápidamente en los últimos meses, y su llegada a la isla era solo cuestión de tiempo.
«Estamos ante una situación muy grave, ya que la transmisión de esta variante es rápida y no contamos con vacunas disponibles por el momento», advirtió Fernández. Hasta ahora, se han confirmado cinco explotaciones ganaderas afectadas, todas ellas ubicadas en las zonas de Deià y Fornalutx, con un total de 22 animales muertos. Además, hay otras tres explotaciones con casos sospechosos que están a la espera de confirmación.
Respuesta y medidas de control
Desde que se detectaron los primeros casos sospechosos el lunes 26 de agosto, la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha trabajado a contrarreloj para aplicar las medidas de control establecidas por las normativas europeas y nacionales. El protocolo incluye la recogida de sangre en las explotaciones afectadas y la confirmación de los casos positivos, que se registraron el viernes 30 de agosto.
Fernando Fernández destacó la rapidez con la que se ha actuado: «Hemos seguido el protocolo de actuación con mucha diligencia y coordinación tanto a nivel autonómico como con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y hemos creado un comité de crisis para gestionar esta emergencia». Asimismo, aseguró que la ciudadanía puede estar tranquila, ya que esta enfermedad no tiene impacto en la salud pública, afectando únicamente a los animales.
El conseller Joan Simonet hizo un llamamiento a la responsabilidad y cooperación de todos los actores del sector ganadero, instando a aplicar estrictamente las medidas de prevención. «Hasta que no dispongamos de las vacunas a finales de año, es vital que se controle la transmisión mediante desinfección, desinsectación y restricciones en el movimiento de ganado entre explotaciones», declaró Simonet.
Impacto de la DANA y propagación de la enfermedad
Uno de los factores que ha acelerado la llegada del serotipo 8 a Mallorca ha sido el fenómeno climático DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que, según los expertos, podría haber facilitado la propagación de los mosquitos portadores del virus desde el Mediterráneo francés y catalán. «Nuestra mayor preocupación era que el virus cruzara hacia las islas, lo que finalmente ocurrió, probablemente debido a los vientos asociados con la DANA», explicó Fernández.
El virus tiene un periodo de incubación de diez días, lo que ha permitido su rápida propagación desde el continente europeo hasta la región balear. Cabe recordar que entre 2021 y 2023, la lengua azul afectó a 276 explotaciones en las Illes Balears, principalmente debido al serotipo 4, que ahora ha sido reemplazado por una cepa mucho más peligrosa.
Protocolo de actuación y próximas medidas
Ante la gravedad de la situación, el Govern de les Illes Balears ha establecido una serie de medidas urgentes para contener la epidemia y minimizar el impacto en el sector ganadero. Estas incluyen:
- Control estricto de los movimientos de ganado: se han impuesto restricciones al traslado de animales vivos entre explotaciones y, en particular, hacia zonas no afectadas por la lengua azul. Además, cualquier exportación de ganado deberá ser precedida por una prueba de PCR negativa para el virus.
- Desinfección y desinsectación: los ganaderos deberán llevar a cabo medidas rigurosas de desinfección de sus instalaciones y desinsectación de los animales para reducir la población de mosquitos portadores del virus.
- Suspensión temporal de la exportación: hasta que se controle la propagación del virus, las exportaciones de animales hacia zonas libres de la enfermedad estarán suspendidas, lo que podría afectar negativamente a la economía ganadera de la isla.
Un sector ganadero en alerta
La declaración de zona afectada por lengua azul en Mallorca ha encendido todas las alarmas en el sector ganadero de las Illes Balears. Según los últimos datos, en la isla se contabilizan aproximadamente 550.000 cabezas de ganado ovino, y la epidemia podría tener consecuencias devastadoras si no se controla a tiempo.
Además de los 22 animales muertos confirmados hasta ahora, se espera que el número de afectados aumente considerablemente en los próximos días, dado el rápido avance de la enfermedad. Las autoridades han subrayado la importancia de mantener la calma y seguir las recomendaciones establecidas para evitar una mayor propagación del virus.
«No será hasta finales de año cuando se podrá comenzar a inmunizar el ganado,» reiteró Fernando Fernández, refiriéndose a la disponibilidad de vacunas para el serotipo 8. Mientras tanto, el sector deberá enfrentarse a meses complicados, con pérdidas económicas significativas debido a la restricción de movimientos y la suspensión de exportaciones.
Una situación crítica sin precedentes
La rápida propagación del serotipo 8 de la lengua azul en Mallorca ha puesto al sector ganadero en una situación crítica. Con más de 276 brotes entre 2021 y 2023, y una nueva variante mucho más agresiva, las autoridades han puesto en marcha un protocolo de emergencia, pero sin vacunas disponibles hasta fin de año, el reto es monumental.
Las explotaciones ganaderas en Mallorca enfrentan un panorama incierto, donde el esfuerzo conjunto entre el Govern, el Ministerio de Agricultura y los propios ganaderos será crucial para mitigar los efectos devastadores de esta enfermedad.
