Al comienzo de la primavera la Junta de Castilla y León comienza los trabajos de limpieza y mantenimiento de las carreteras o vías públicas de su competencia, y para tal fin, la Consejería competente, que engloba a Fomento y Medio Ambiente, lleva años realizando unas labores de mantenimiento que no van acordes con el Medio Ambiente.
Es decir, se ha sustituido el trabajo mecánico de desbroce realizado por varios operarios camineros, por un desbroce químico, a base de la aplicación de productos herbicidas. Un trabajo que normalmente lo llevaba a cabo personal laboral de la propia Administración o de empresas externas a las que se les adjudican esos trabajos de mantenimiento, lo cual mantenía y creaba puestos de empleo.
Este método de desbroce químico no es una herramienta útil que a medio-largo plazo mantenga limpias las cunetas de nuestras carreteras. La aplicación de estos productos, originara la degradación de las cunetas y sus linderones o paredes, que a su vez hacen que los propietarios colindantes tengan problemas de perdida de suelo.
Además, las cunetas con capa vegetal bien acondicionada evitarían este grave problema, al mismo tiempo que mantienen la biodiversidad de la flora y crean reservorios de insectos, que son controladores biológicos de plagas y enfermedades de los cultivos. Despoblamos nuestros pueblos y despoblamos nuestro medio ambiente.
Esta práctica conlleva también posibles daños colaterales hacia las fincas colindantes, ya que debido a la deriva del producto herbicida por el viento o por una mala aplicación, se provocan daños sobre el cultivo, quemándolo. Y ¿Quién se hace cargo de subsanar esos daños colaterales?
Por todo esto, opino que la aplicación de herbicidas totales no es la solución al mantenimiento de las cunetas, más bien una aberración medioambiental.
Arturo Socrates Tejedor, COAG Palencia
