
La Comunidad de Madrid ha anunciado una nueva convocatoria de ayudas para ganaderos orientada a la prevención de ataques del lobo ibérico. Esta medida, publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) el pasado 26 de marzo de 2025, refuerza la estrategia regional para garantizar la convivencia entre la fauna silvestre y la ganadería extensiva, especialmente en explotaciones de bovino, ovino, caprino y equino.
Aumento de la inversión y ampliación del alcance geográfico
El Ejecutivo autonómico ha decidido duplicar el presupuesto anual, alcanzando este año los 200.000 euros, frente a los 100.000 euros de la convocatoria anterior. Esta decisión responde a las demandas del sector ganadero y a la necesidad de implementar medidas efectivas de protección en zonas de alto riesgo.
Las ayudas están dirigidas a titulares de explotaciones ganaderas registradas en el Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA), ubicadas en alguno de los 68 municipios madrileños donde se ha constatado un riesgo significativo de ataques de lobos. Este listado, detallado en la convocatoria oficial, puede consultarse en la web institucional de la Comunidad de Madrid.
Modalidades de ayuda y cuantía económica
Las subvenciones cubrirán hasta el 100 % del gasto justificado, con un límite máximo de 4.500 euros por beneficiario. Los gastos subvencionables abarcan una amplia gama de actuaciones destinadas a reforzar la seguridad de las explotaciones ganaderas, incluyendo:
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Instalación de nuevos vallados fijos o reparación de los existentes, con el objetivo de evitar el acceso de depredadores.
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Vallados electrificados fijos y portátiles, combinables con pastores eléctricos, para facilitar su movilidad y efectividad.
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Material necesario para la instalación: postes, aisladores, conductores, baterías y dispositivos de anclaje.
Asimismo, se incluyen ayudas para la adquisición de collares GPS de geolocalización, que permiten conocer en tiempo real la ubicación del ganado, facilitando una respuesta más rápida ante situaciones de riesgo.
Uso de perros guardianes: mastines como aliados naturales
Una parte fundamental de esta estrategia es la utilización de perros protectores. Las ayudas contemplan la adquisición de mastines españoles o mastines del Pirineo, ya sean puros o cruzados, reconocidos por su eficacia en la defensa del ganado frente a los lobos. Además, se incluyen:
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Gastos veterinarios asociados al mantenimiento de estos animales.
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Inscripción en registros oficiales, cuando se trate de ejemplares con pedigrí.
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Costes de alimentación y seguros veterinarios y de responsabilidad civil.
Esta modalidad refuerza una práctica ancestral de la ganadería extensiva, recuperando el papel del mastín como herramienta de convivencia con la fauna salvaje.
Plazos y criterios de adjudicación de las ayudas
Las solicitudes podrán presentarse de forma telemática a través del portal web de la Comunidad de Madrid hasta el 9 de abril de 2025. Las ayudas se concederán por orden de puntuación, de acuerdo con los criterios establecidos en las bases reguladoras, y hasta agotar el crédito disponible.
Las actuaciones subvencionadas deberán ejecutarse antes del 15 de septiembre de 2025, fecha límite para justificar las inversiones realizadas.

Foto: D.Sinova
Contexto regional: baja incidencia de ataques, pero necesidad de prevención
Aunque la Comunidad de Madrid presenta una de las cifras más bajas de ataques de lobo en el conjunto nacional, el Gobierno regional mantiene su compromiso con la prevención y la convivencia. Según los datos oficiales, en los últimos cinco años se han registrado 877 ataques atribuidos a lobos o cánidos silvestres, lo que representa una media de 175 incidentes al año.
El seguimiento de la fauna silvestre ha permitido identificar cinco manadas de lobo ibérico asentadas en la región, con indicios de una sexta que aún no ha presentado crías. El total estimado de ejemplares ronda los 30 animales, distribuidos principalmente en áreas de la Sierra Norte, Lozoya y zonas limítrofes con Castilla y León.
Marco legal y cambios recientes en la protección del lobo
El lobo ibérico está incluido actualmente en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) desde el año 2021, lo que impide su caza en todo el territorio nacional. Sin embargo, esta situación podría cambiar próximamente.
En marzo de 2025, el Congreso de los Diputados aprobó una enmienda que permitiría sacar al lobo ibérico del LESPRE al norte del río Duero, lo que permitiría reintroducir su control cinegético en algunas comunidades autónomas. Esta medida ha generado un amplio debate entre organizaciones ecologistas, ganaderos y administraciones públicas.
La Comunidad de Madrid, aunque geográficamente no afectada por esta decisión (al estar íntegramente al sur del Duero), ha mostrado su interés en mantener una política equilibrada, que no ponga en peligro la biodiversidad, pero que proteja la rentabilidad y sostenibilidad de la ganadería extensiva.
Opinión del sector ganadero: una medida bien recibida pero insuficiente
Las organizaciones ganaderas regionales han valorado positivamente la ampliación del presupuesto y la inclusión de nuevas medidas subvencionables. Sin embargo, también han señalado que los 200.000 euros disponibles siguen siendo insuficientes para cubrir todas las necesidades del sector.
Según estimaciones de asociaciones como UGAMA o ASAJA Madrid, la protección de una explotación media con vallado electrificado y mastines puede superar fácilmente los 6.000 euros, por lo que se requiere una financiación más ambiciosa a medio plazo.
Además, solicitan que se habilite un sistema de compensaciones por daños más ágil y justo, en caso de ataques que resulten en pérdidas de animales o costes veterinarios no recuperables.
Convivencia y sostenibilidad: el gran reto rural del siglo XXI
La gestión del lobo ibérico en regiones con actividad ganadera extensiva se ha convertido en uno de los desafíos clave para el equilibrio entre conservación y actividad económica. La nueva convocatoria de ayudas de la Comunidad de Madrid supone un paso importante en esta dirección, apostando por medidas preventivas en lugar de estrategias reactivas.
Este tipo de políticas públicas buscan garantizar la biodiversidad, pero también preservar la actividad económica tradicional de las zonas rurales, evitando la despoblación y el abandono del campo.
Con más de 30 animales censados y 68 municipios en riesgo, la necesidad de combinar tecnología, tradición y apoyo institucional será clave para asegurar un modelo de coexistencia sostenible entre el lobo y la ganadería.