Los quesos de España se visten de fiesta por Navidad

Agronews Castilla y León

20 de diciembre de 2021

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En nuestro país podemos disfrutar de casi infinitas referencias de quesos, nutritivos y sabrosos: frescos, tiernos, de pasta semiblanda jóvenes, afinados, azules, de pasta prensada, tortas…. Una riqueza gastronómica que convierte al queso de origen nacional en un alimento estrella para preparar una tabla exquisita para estas Navidades o bien como regalo durante estas Fiestas

El queso elaborado en alguna de las 17 comunidades autónomas con la excelente materia prima nacional (sea leche de vaca, cabra, oveja o sus mezclas) no sólo es un manjar en sí mismo, sino que esconde grandes atributos con frecuencia no suficientemente conocidos por los consumidores. Y es que el queso contiene proteínas de alto valor biológico y es uno de los alimentos con mayor concentración de calcio que existen (una porción de 100 gramos de queso equivale al requerimiento diario de una persona adulta). Es rico en vitaminas A y D y también contiene vitaminas del grupo B, como la B12, la B9 (ácido fólico), la B1 (tiamina) o la B2 (riboflavina).

“Sin duda, existe un queso español adecuado para cada momento, y para cada persona. Alrededor de 150 variedades españolas que sorprenderán en la mesa a cualquier comensal. Sólo hay que dejarse llevar y descubrir esos tesoros fruto del esfuerzo, la entrega y la pasión de miles de ganaderos, cooperativas y empresas fabricantes repartidos por prácticamente todo el territorio peninsular e Islas”, declara el presidente de INLAC, Ignacio Elola.

“Las tablas de quesos son formatos ideales para disfrutar de este alimento top de nuestra gastronomía”, señala el presidente, tras recordar que podemos comenzar a “quesear” con una tabla de quesos suaves y equilibrados, como el queso fresco o el de tetilla, para seguir con otros más suntuosos. Tiernos, curados, con o sin lactosa, de vaca, oveja, cabra o sus mezclas, desnatados, de leche cruda o pasteurizada, etc. Las posibilidades son amplias, acompañándolos de membrillo, aceite de oliva, pan de picos, uvas o frutos secos, por ejemplo, y cualquier bebida, como vinos, cervezas, sidras y otros espumosos.

Una buena tabla debe incluir referencias con distintos sabores, de los más suaves a los más intensos y complejos. En nuestro país podemos disfrutar de la textura fundente de la torta del Casar y “crujiente” en el manchego curado. De sabores “in crescendo” únicos, suaves, lácticos, frutales, vegetales, especiados o picantes. Desde el dulce en el queso Tronchón, al ácido en el rulo de cabra, pasando por el amargo en queso de la Serena y el toque salino en el queso azul…

En una tabla puede brillar con luz el propia el carácter del queso curado artesano, el sabor inconfundible del queso azul de Valdeón, los recuerdos de mantequilla y pimentón del Afuega'l Pitu o las mil y una texturas y sabores, a veces muy complejos, de los quesos de las 17 autonomías que se reivindican por su excelencia.

INLAC anima durante las próximas fiestas navideñas a crear tablas que mezclen texturas untuosas y crujientes, con alternativas tan valiosas como el queso castellano curado. Que ensayen con paletas de aromas, que van desde leche o yogur hasta ahumado o vino. ¿Por qué no apostar por los sabores con notas afrutadas y elegantes del queso Murcia al vino o descubrir los matices tostados de humo de chimenea en Idiazábal? ¿Y qué decir de otros más intensos como el inconfundible y apasionante Cabrales?

También podemos aprovechar, a la hora de preparar nuestras mejores tablas de Navidad, de Año Nuevo o de Reyes, la cremosidad del Arzúa-Ulloa, el toque afrutado del queso de cabra canario semicurado o el sabor irresistible del queso Mahón. Las propuestas son casi infinitas. Una versatilidad que dará mucho en juego en las mesas de millones de españoles estos días para compartir en torno a una buena mesa.



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