Tras dos campañas calamitosas los 25 agricultores que se dedican a la producción de pimiento para su posterior asado y embotado dentro de la marca de calidad «Pimiento Asado del Bierzo» están a punto de iniciar un año que confían sea mucho mejor que las anteriores.
A la espera de que la climatología les respete, la gran espada de damoclés que siempre tiene este sector sobre su cabeza, los datos llaman a la esperanza. En primero lugar, ha crecido la superficie dedicada a este producto hasta llegar a las 13 hectáreas frente a las 9 de la anterior, lo que ha provocado, lógicamente que se reclame a los viveros más de 500.000 plantas mientras que el año pasado se quedaron en 350.000.
Con todas estas buenas perspectivas sólo queda esperar que el tiempo no se cebe con este sector y permita que las buenas previsiones se cumplan.
