Los productores de lúpulo creen que en los próximos 5 a 8 años se puede triplicar la superficie cultivada

Agronews Castilla y León

2 de julio de 2017

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El cultivo del lúpulo inundó hace décadas buena parte de la ribera del Órbigo en la provincia de León, pero se ha ido reduciendo hasta las 534 hectáreas con las que cuenta actualmente. Los productores creen que se puede volver a recuperar y alcanzar las 1.800 que se cultivaban hace un cuarto de siglo. Según explica Isidoro Alonso, presidente de Lúpulos de León Sociedad Agraria de Transformación, “hay posibilidades de crecimiento del 150%, de salir al mercado mundial a través de Hopsteiner y de otras empresas a las que vendemos el lúpulo” y eso, además, supondría dar mucha vida al medio rural. Multiplicar por tres la superficie, calcula, podría ser una realidad dentro de 5 a 8 años “si las condiciones políticas lo permiten y se mantiene o sube el precio de los contratos”.

La multinacional Hopsteriner, especializada en lúpulo, llegó a León hace dos años y ha firmado contratos con los cultivadores, una relación reciente, pero de la que “esperan un buen futuro”. El bajo precio de los contratos que había con anterioridad llevó a muchos jóvenes a abandonar este cultivo, ahora, explica Alonso, la crisis económica ha hecho que muchos vuelvan a interesarse y, además, son gente con mucha preparación, “pero necesitamos bastante más”.

Para mejorar el cultivo del lúpulo, hacerlo más productivo, Hopsteiner y los productores experimentan desde el año pasado con nuevas variedades que se adapten a la provincia y permitan mejorar los rendimientos, tanto en kilos como en porcentaje de alfa ácidos.

El 98% del lúpulo que se produce en España lo hace en León, pero no es suficiente para lo que necesita la industria cervecera, de hecho, solo cubre la mitad de sus necesidades y hay que tener en cuenta que el consumo de cerveza está creciendo en España, de ahí su elevado potencial de crecimiento.

Conflicto con el cultivo del chopo

El lúpulo fija población en el medio rural, recuerda el presidente de los productores, cuando se le pregunta por la convivencia con el cultivo del chopo. “A la industria le interesa el chopo y al agricultor el lúpulo, pero el desarrollo rural va por una continuidad de la agricultura. En el caso del chopo, una persona puede trabajar 500 o 1000 hectáreas y no da lugar a puestos de trabajo y desarrollo rural, que sí da el lúpulo, que son familias que viven en los pueblos”. En Castilla y León no está regulada la distancia mínima que debe haber entre ambos cultivos, algo que han pedido ya a las consejerías de Fomento y Medioambiente y la de Agricultura y Ganadería porque en las riberas de los ríos “el chopo quita espacio al lúpulo y se necesita campo para ampliar la superficie cultivada”.

Pérdidas del 25% por la sequía y las heladas

León ha registrado temperaturas muy elevadas hace unos días, pero también extremadamente bajas con heladas fuertes a finales de abril, los cultivadores calculan que esta situación climatológica unida a la sequía puede provocar un descenso de la cosecha en torno al 25%, pero aún es pronto para hacer una estimación más concreta puesto que depende de cómo sea el verano, de las lluvias y del agua que haya embalsada para garantizar los riegos necesarios.

Reunión de la Mesa estatal del lúpulo

Recientemente se ha reunido, por primera vez, la Mesa Estatal del Lúpulo en el Ministerio de Agricultura en la que los cultivadores “han traslado los principales problemas para el desarrollo como la merma de la cosecha prevista para este año, el que Agroseguro no se haga cargo de los daños por heladas, lo que supondrá una bajada de rendimiento al agricultor o los límites para el uso de fitosanitarios que hay en España y que sí están autorizados en otros países, como Alemania”.

El lúpulo en datos

El cultivo del lúpulo español ocupa el sexto lugar en Europa, detrás de Alemania (con gran diferencia a la cabeza), Chequia, Eslovenia, Polonia y Reino Unido. España también ocupa el sexto lugar en superficie de lúpulo y el tercero en variedades amargas. En todo caso, el Ministerio aprecia la existencia de “limitantes al crecimiento del sector en España, tales como la necesidad de reconversión o ajuste varietal, una necesidad en la mejora de eficiencia energética, medioambiental y cualitativa en secaderos, o una, hasta el momento, baja innovación en el cultivo”.

Entre las posibles actuaciones de futuro en la Mesa Estatal del Lúpulo se han planteado está “la

reconversión varietal hacia variedades aromáticas y amargas más competitivas; analizar la posibilidad de firma de convenios similares a los que firma la Dirección General con cerveceros y malteros; la adopción de normativa básica nacional que recoja las disposiciones comunitarias y que facilite ayudas y su gestión y que abra la vía al estudio de la viabilidad de establecer ayudas semejantes a las habidas en 2010-2013; la conveniencia de crear una organización interprofesional; o la realización de un estudio de costes para analizar la coyuntura del cultivo”



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