[[{«fid»:»22573″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:1069,»width»:600,»style»:»width: 450px; height: 802px; border-width: 7px; border-style: solid; margin: 7px; float: left;»,»alt»:»El presidente OPL, Manuel Iglesias Agra, ha sido uno más derramando cientos de litros de leche de sus vacas»,»title»:»El presidente OPL, Manuel Iglesias Agra, ha sido uno más derramando cientos de litros de leche de sus vacas»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Tras un mes de movilizaciones y la falta de acuerdo por parte del Gobierno, industrias y distribución, Galicia ha amanecido vertiendo miles de litros de leche a lo largo de todo el territorio. El presidente de la Organización de Productores de Leche (OPL), Manuel Iglesias Agra, ha querido ser de los primeros, derramando cientos de litros de leche de las vacas de su explotación localizada en Barbeira, en el ayuntamiento de Santa Comba. Los ganaderos han tomado ya la mayoría de las industrias lácteas bloqueando completamente la recogida y reparto de leche. Pero piden apoyo para tomar Leite Río en Láncara y las dos del Polígono del Ceao y Lactalis en Vilalba, todas ellas en la provincia de Lugo, para poder tenerlas ocupadas esta noche.
Desde la Plataforma por la Defensa del Sector Lácteo Gallego explican que después de que Bruselas no fuese capaz de subir el precio de intervención de la leche en polvo, que está excesivamente bajo, ni de poner dinero encima de la mesa para retirar leche del mercado, cuando parece ser que hay un excedente. También critican esos 500 millones de euros que se anuncian, porque afirman “sale de los bolsillos de los ganaderos de las multas de la super tasa que se van a repartir y desconocemos cómo, cuándo y a quién».
A la actitud de la Unión Europea, suman una denuncia reiterada a la actitud de Madrid. «El borrador del Gobierno, las industrias y la distribución sigue siendo eso, un borrador, el mismo borrador que hace un mes. Agricultura no incluye la retirada inmediata de todos los contratos insultantes a la baja que está presentando la industria, ni un marco estable para poder negociar el precio de la leche a largo plazo que recoja unos índices de referencia con importes que hagan la producción y la venta sostenibles, ni contiene tampoco un decreto de garantías que obligue a las partes a cumplir todo lo anterior, con sus respectivas sanciones, -subraya el coordinador de la OPL, Anxo Escariz-. Con lo cual ni estamos conformes ni lo aceptamos. Queremos un documento real, definitivo y firmado por todas las partes, que exija cumplimientos y dé garantías. Estamos cansados de repetirlo», denuncia.
Así pues, y tras el éxito de las diversas convocatorias de protesta y movilizaciones, los ganaderos continúan e intensifican su lucha en todo el territorio gallego. Los productores se han distribuido en grupos según la cercanía de los ayuntamientos a las 15 industrias lácteas ubicadas en Galicia, para bloquearlas con efectivos personales y con maquinaria. Además se han establecido controles en las carreteras para vigilar que no circulen cisternas por las rutas de recogida de leche. Una vez ocupadas las industrias, prevén que mañana podrán tener el control sobre la central logística de Gadis, en Betanzos, y la de Vegalsa, en Oroso.
A mayores, los productores han dejado un retén de tractores alrededor de la Xunta de Galicia para que «el presidente no se olvide que seguimos en pie de guerra», advierten. Continúan, y continuarán también, con el reparto gratuito de leche cruda, esta tarde fueron 2.000 litros en dos puntos de Compostela, la Avenida de Lugo y Porta Faxeira. Incluso obsequiaron, al alcalde de Santiago, Martiño Noriega, un tractor con una placa con la fecha de liberación de la ciudad, en agradecimiento al apoyo del ayuntamiento y de la ciudadanía al sector lácteo y como disculpas ante las molestias ocasionadas.
Por último, sobre el proceso de negociación entre los ganaderos, en el que estuvo presente en todo momento la OPL, la discusión principal versaba sobre que la mayoría de ellos no querían mover los tractores de Santiago para bloquear la industria por una posible desmovilización. Se propuso paralizar la recogida por las carreteras, manteniendo los tractores en la capital gallega; se habló de mandar al personal a las industrias, sin mover los tractores, y se añadió otra propuesta que pedía el bloqueo a la distribución. La decisión final fue unir fuerzas para llevar a cabo las tres acciones: bloquear industria, trabajar en las rutas de recogida y bloquear a la distribución, dando libertad a cada grupo por comarcas para llevar a los tractores según les hagan falta para desarrollar la estrategia. “Los resultados han sido conseguidos con la unión de todos”, finaliza Escariz.