Representantes de la sectorial de ovino-caprino de JARC, la FECOC, ASAJA y la Asociación de Ganaderos del Pallars han convocado a los medios de comunicación en la Cámara Agraria de Lleida para hacer públicas sus demandas al Departamento de Agricultura respecto a la vacunación contra la lengua azul, obligatoria a 100 Km de la frontera con Francia, país donde se han detectado focos de esta enfermedad.
Los ganaderas, ante la negativa de la Consejería a establecer la vacunación voluntaria , le exigen como mínimo lo siguiente:
- Indemnizar los ganaderos por todos los daños producidos durante los 60 días posteriores a la vacunación (muerte animales, abortos, reducción de la producción, etc), y por los que puedan aparecer a más largo plazo y convertirse en crónicos (afectación en la reproducción, etc ). Actualmente, a pesar de sólo han vacunado cerca de un 19% de las explotaciones de ovino catalanas, ya se han dado casos de perjuicios importantes para la vacunación. Como ejemplo, indican que una explotación de La Garrotxa murieron 30 ovejas y se han producido 25 abortos.
- No vacunar a determinados animales que se encuentren en las últimas fases de gestación, débiles, etc, y posponerlo si están en la montaña. De esta última demanda se deriva el hecho de solicitar que se prolongue el plazo máximo de vacunación que finaliza este mes.
- Las instituciones europeas deben unificar los criterios de actuación respecto a esta enfermedad , porque actualmente no hay un plan de lucha global y coherente. Esta situación conlleva desigualdad de trato que afecta a la producción de los ganaderos catalanes. En Francia, territorio donde se han detectado los focos, no se obliga a vacunar , y el País Vasco, situado en la franja de 100 Km desde la frontera francesa, tampoco.
Por otra parte, denuncian la coacción ejercida por los representantes del DARP y los veterinarios, que están obligando a vacunar amenazando con no entregar la guía necesaria para mover el ganado, establecer sanciones o denegar determinadas ayudas.
Finalmente, las organizaciones recuerdan que esta enfermedad no afecta a la salud humana , destacan que la sanidad es un elemento esencial en las explotaciones ganaderas, pero la vacunación obligatoria contra lengua azul en las condiciones actuales es una imposición incoherente que los perjudica.