El Parlamento Europeo ha aprobado que la carne utilizada como ingrediente en los alimentos procesados, tales como lasaña, debe ser etiquetado por país de origen, como ya ocurre con la carne fresca de vacuno.
Desde el PE se hace un llamamiento a la Comisión Europea, que publicó un informe sobre el tema a finales de 2013, a presentar propuestas legislativas con el fin de recuperar la confianza de los consumidores a raíz del escándalo de la carne de caballo y otros casos de fraude de los alimentos.
Los diputados señalan que el informe de la Comisión Europea (12/17/2013) sí reconoce que más del 90% de los consumidores encuestados consideran importante que el origen de la carne debe ser etiquetado de productos alimenticios procesados.