El tercer domingo de octubre está marcado en rojo en el calendario de los cazadores burgaleses. Se abre la Veda General en caza menor, con la perdiz como gran protagonista. Conejos y libres también estarán en el punto de mira de los amantes de este deporte, así como las becadas, que son las reinas de la zona norte de la provincia. Sin embargo, en esta temporada 2015-2016, las expectativas de los cazadores no son especialmente elevadas. “No va a ser un año excepcional de caza”, reconoce el presidente de la Federación Regional de Caza, Santiago Iturmendi.
Y es que hemos tenido una primavera y un verano muy secos, y la sequía nunca es buena compañera ni de la flora ni de la fauna. Además, los ciclos de cosecha han sido muy cortos. La cosecha de cereal se realizó en muy poco tiempo y, a renglón seguido, se recogió la paja y se volvieron a trabajar las tierras,recuerda Iturmendi, lo que dificulta la supervivencia de especies como la perdiz, que están durante esos momentos en plena cría. El presidente de la Federación vuelve a clamar, como ya hiciese en verano, contra las técnicas agrícolas actuales, “intensivas y agresivas”, que ponen en riesgo la práctica cinegética en la provincia.
Cada vez se cuenta con menos rastrojos, se encadenan unas campañas con otras, las tierras siempre están trabajadas, los productos químicos son constantes… y todo ello afecta directamente a la fauna burgalesa, no sólo a las especies cinegéticas como la perdiz o la codorniz. Por ese motivo, Iturmendi busca la “complicidad” de los agricultores para que, sin mermar el rendimiento de sus parcelas, puedan desarrollar un tipo de agricultura más proteccionista con el medio natural. Y para ello es esencial contar con la ayuda de la Junta de Castilla y León, a través de subvenciones o compensaciones al aprovechamiento agrícola.
La pérdida de perdiz no es irreversible y la repoblación se debe hacer de manera natural
De lo contrario, cazadores y ciudadanos en general verán cada vez menos perdices, codornices, golondrinas o jilgueros por nuestra provincia, reflexiona Iturmendi. Aún así, estamos a tiempo, la pérdida no es “irreversible”, y el Gobierno Regional podría poner en marcha medidas ya aplicadas en Europa para recuperar, por ejemplo, la población de perdiz, pero no de manera artificial. No se trata de repoblar con animales de granja, sino de conservar la perdiz autóctona y salvaje, que es la que verdaderamente ofrece buenas jornadas de caza.
Alternativas
Aunque la perdiz es la gran protagonista de la Veda General, no debemos olvidarnos de que hasta el 31 de enero se podrán cazar también otras especies. La liebre se va recuperando de los envenenamiento sufridos con motivo de la plaga de topillos, explica Iturmendi, mientras que el conejo también va a ser abundante, aunque de manera irregular. En este caso, el presidente regional apuesta por trasladar, siempre con criterios técnicos, camadas de las zonas en las que hay mucho conejo, que hace daño a la cosecha, a zonas en las que escasea.
Y por lo que respecta a las aves migratorias, la zona norte de la provincia está a la espera de la llegada de las becadas (sordas), que es la especie reina en estos cotos de caza. Los temporales de frío aún no han hecho acto de presencia en el norte y el este de Europa, así que la especie todavía no ha emigrado hacia climas más cálidos, como los españoles. Iturmendi destaca la belleza de la caza de la becada, de “extrema dificultad”, en la que el trabajo de los perros es fundamental, pero que está al alcance de todas las edades, no como en el caso de la perdiz, bromea el presidente, que a más edad del cazador se hace más difícil seguirla.
Patricia Carro – www.burgosconecta.es