Según La UNIÓ de Llauradors i Ramaders apicultores valencianos han perdido más de 4,5 millones de euros como consecuencia de la sequía que ha debilitado la floración, circunstancia además que no se ha podido compensar con la actividad trashumante que realizan la mayor parte de ellos al atravesar todo el Estado una situación más o menos acusada de sequía.
Estos profesionales, ante la falta de asentamientos, deben realizar trabajos de alimentación de cada colmena. Inicialmente un kilo de miel y un litro de agua por colmena y, en caso que la colonia continúe sufriendo la falta de alimentación debe incrementarse la dosis de miel o añadiendo polen, por ejemplo.
Esta valoración efectuada por LA UNIÓ es únicamente la que corresponde al coste de este proceso y no se ha tenido en cuenta el coste real que supone trasladar las colmenas, incluso de provincia, al intentar buscar asentamientos con algo de floración y disminuir este sobrecoste en la campaña.
Desde esta Organización Agraria se ha reclamado, para tratar de compensar las pérdidas provocadas por la sequía, la concesión de ayudas de Estado (ayudas de minimis): 15.000 € por empresa agraria en tres años según establece y permite la normativa comunitaria.
