Los apicultores se cansan de los continuos robos de colmenas

José Ignacio Falces

18 de octubre de 2014

image2 copiar

Son muchas las noticias que se conocen sobre robos en explotaciones agrícolas, de robos de cobre, de aperos… pero quizás son menos las que llegan al gran público de colmenas, a pesar de ser un problema creciente y cada vez más preocupante según denuncian los propios apicultores.

Por eso el caso de Enrique Canete es especialmente significativo. Este apicultor profesional salmantino ha visto como recientemente sufría el robo de 60 de sus colmenas en un lugar de la Maragatería donde las tenía aposentadas en estos movimientos trashumantes al que les obliga la naturaleza para buscarle rentabilidad a su explotación y a la producción de productos derivados del trabajo de estos insectos.

[[{«fid»:»13310″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:480,»width»:360,»style»:»width: 360px; height: 480px; border-width: 3px; border-style: solid; margin: 6px; float: left;»,»alt»:»Enrique Canete»,»title»:»Enrique Canete»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]»Las pérdidas superan los 14.000 euros, lo que puede ser buena parte del beneficio que esperaba obtener esta campaña» afirmaba Canete, durante la conversación telefónica mantenida por él. «Si ya es complicado controlar por parte de la Guardia Civil la situación en las explotaciones,los transformadores, los pivots… que vamos a decir de las colmenas que dejamos en muchas ocasiones en medio del monte durante días y días en zonas en las que es fácil que no pase nadie en mucho tiempo». «Lo único que nos queda es presentar la correspondiente denuncia y esperar que las fuerzas del orden hagan su trabajo, y tengo que decir que fue poner la denuncia y enseguida estaban acompañándome, buscando pruebas… pero es buscar una aguja en un pajar» concluye con pena el apicultor salmantino.

Los robos están llegando a tal cantidad en el sector apícola que ya las propias aseguradoras ponen reticencias a la hora de tramitar pólizas a estos profesionales que se están viendo indefensos ante esta situación. Cuando, además, esos seguros sólo compensan parcialmente los robos, pues la indemnización que ofrecen las empresas aseguradoras apenas llegan a los 90 – 100 euros por colmenas «layens» desaparecida.

El robo soportado por Enrique Canete de 60 colmenas suponen pérdidas de más de 14.000 euros

La pregunta parece evidente, ¿Quién puede dedicarse a robar estas colmenas?. Tras un largo suspiro, Enrique Canete responde lacónicamente «se trata de opiniones personales y quizás equivocadas, pero creo que quién nos roba esas colmenas no las quiere para desmontarlas y venderlas, creo que, presuntamente, podría tratarse de gente recién llegada a la actividad apícola, que no son auténticos profesionales de esta ganadería, que han llegado al sector aprovechando las subvenciones que se ofrecen y el buen precio que tiene la miel…y que con el paso de los meses comprueban que con 200 colmenas no se puede vivir y que la inversión que se necesita para poder vivir de la miel y el polen, del trabajo con las abejas es mucho mayor de la que se esperaba», «hacer rentable una explotación apícola no es tan sencillo como parece, es un trabajo duro y complicado, que requiere años de experiencia para tratar de obtener un beneficio que permita vivir de ello».

«Siempre ha habido robos, afirma Canete, siempre se han producido ciertos actos vandálicos, pero lo que soportamos últimamente es insoportable y está poniendo en serio riesgo la rentabilidad de muchas explotaciones apícolas». «Sólo nos queda pedir a nuestros políticos un mayor esfuerzo para dotar a los equipos ROCA de más personal y medios técnicos para frenar esta situación».



Share This