Aunque la Unión Europea ha aportado recientemente 14,1 millones de euros para tratar de aliviar la crisis que vive el sector del vacuno de leche en Lituania, esa cuantía no compensa los 50 millones de euros que aseguran las asociaciones de ganaderos de ese país han perdido los 36.898 profesionales que todavía se dedican a esta actividad allí.
El motivo fundamental de esa situación es el hundimiento de los precios pues las industrias están abonando entre 0,18 y 0,22 euros por cada litro de leche que reciben, anunciando, además, reducciones de 0,03 céntimos para el recientemente iniciado 2015.
El veto ruso ha perjudicada de una forma especialmente intensa a los ganaderos lituanos que, además, han comprobado como el mercado de Bielorrusia no era la solución que esperaban. Junto a esto, recordar que Lituania no es capaz de producir la cuota que tiene asignada, 1.734.583 toneladas, por ejemplo en la campaña 2012/2013 apenas cubrieron el 79% de la misma lo que hace que sea necesario importar, todos los días 1,5 toneladas de leche para satisfacer las necesidades del país algo que tiene una incidencia bastante negativa en los precios.
Buena parte de las explotaciones son muy pequeñas contando como media de siete vacas, aunque el 70% de la producción la sacan al mercado aquellas que cuentan entre 50 y 100 vacas.
