Lobos y ganado: ¿Las batidas son la solución a los ataques?

Agronews Castilla y León

28 de enero de 2016

lobos

2016 ha dado comienzo con un asunto que preocupa -y ocupa- a los ganaderos de Castilla y León. Cada semana de este mes de enero ha sido noticia, y así lo ha contado Agronews, los numerosos ataques de cánidos provocados a reses, terneros, ovejas u otros animales de diferentes explotaciones de la comunidad, principalmente en el sur del Duero. Es aquí precisamente donde el lobo ibérico tiene la denominación de “especie protegida” y el tratamiento para controlar la población y atajar conflictos se torna complicado.

La situación preocupa no por el hecho de que sucedan los ataques, algo que entra dentro del natural ciclo de la vida, sino por el incremento en el número de estos casos en tan poco periodo de tiempo. Una de las provincias más afectadas es Ávila, donde cada mañana los ganaderos desayunan con un caso nuevo en el que los animales que les dan de comer resultan dañados por las lobadas. Jairo San Gil pertenece a una de esas explotaciones damnificadas, en Dehesa de Zurra, cuyo último suceso tuvo lugar la semana pasada: “Llegamos el día 14 desde nuestra otra finca, en Salamanca, y a los tres días nos atacaron” El resultado, un ternero muerto.

A pesar de considerar que hasta el momento es de los menos perjudicados, Jairo se muestra preocupado porque en su entorno los ataques sí han tenido peores consecuencias: “Mis vecinos han sufrido hasta seis ataques el año pasado y en Santa María del Cubillo anteayer murieron otros dos terneros” apostilla.

¿Con la indemnización basta?

El ganadero es tajante: “No, en ningún caso se cubre el precio real de la pieza, algo ayuda pero no lo arregla al cien por cien”. En su caso, antes contaban con un seguro que no les cubría el lucro cesante y por tanto, ninguna de las siete lobadas se le pagaron. Ahora, reconoce que en cuatro meses suele recibir la indemnización y por eso espera que funcione el nuevo seguro anunciado hoy por la Junta que promete abonar las cantidades en no más de dos semanas. Aún así sabe de historias cercanas que llevan hasta un año sin cobrar lo que les corresponde para dolor de sus bolsillos: “Es incomprensible porque son casos demostrados y certificados por agentes medioambientales”.

Batidas ¿Sí o no?

Aquí está el punto álgido del asunto que quizá no enfrenta tanto como se puede imaginar a quienes defienden el ganado y quienes protegen a los ejemplares de lobo. Si bien trabajadores como Jairo se muestran favorables a que existan, ambos puntos coinciden en que las especies pueden convivir en un entorno relativamente cercano: “En los primeros ataques que tuvimos, en 2011 cuando no se hablaba casi de este asunto, los agentes abatieron a un lobo y en un año no tuvimos ni un solo problema. No sé si es casualidad, pero así me ocurrió” relata.

Por su parte desde la Asociación para la Conservación del Lobo Ibérico, ASCEL, inciden en que los cánidos representan apenas un 1% de las pérdidas económicas que pueden provocar a un ganadero: “muchos daños atribuidos a lobos son en realidad provocados por perros incontrolados, asilvestrados o no” recalcan. Sobre las batidas, una idea clara, pueden ser útiles, siempre y cuando se trate de ejemplares problemáticos, pero no debe ser la única alternativa: “se ha demostrado cientícamente que matar lobos incrementa posteriormente el número de ataques al ganado: las manadas de desestructura y los jóvenes se ven forzados a alimentarse de presas fáciles. El conflicto seguirá latente mientras los rebaños sigan desprotegidos” apuntan.

No lo ve de igual forma el ganadero de la explotación que, en estos momentos, cuenta con 180 vacas y cuyas instalaciones se encuentran cerca de una autovía: “Imagina que hay una estampida de vacas por la noche si ven a un lobo y las hace correr. Podría ser todo un peligro para los conductores”. Es más, Jairo no solo se preocupa de aquellas cabezas que pueda perder sino de aquellas que abortan o malcrían debido al estrés provocado: “Esas pérdidas económicas no están cuantificadas”.

¿Pueden convivir cerca lobos y ganado?

Aquí ambos puntos de vista son coincidentes. Sí, pueden hacerlo, pero con matices. El ganadero señala como solución clara el control: “La población debe estar controlada. Es normal que pueda sucederme esporádicamente un ataque pero lo que se sale de lo normal es que ataquen, como le ha sucedido a mi vecino, una decena de veces en un año. Nosotros no tenemos que ser quienes paguemos porque el lobo decida asentarse aquí” dice impotente.

Desde ASCEL, la solución radica -y son claros- en la prevención: “pastores, perros guardianes, vallados, pastores eléctricos, recogida nocturna en rediles, etc. La prevención es clave para evitar daños. Donde estos mecanismos se han relajado es dónde el conflicto más se sobredimensiona” concluyen. Lo que queda patente es que la situación asusta -y no por el animal del que hablamos- tanto a unos como a otros, quienes ven el futuro de sus defendidos con incertidumbre y para quienes esperan desde la Administración regional y central una solución rápida, eficaz y que satisfaga a ambas partes.



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