La lluvia vuelve a cambiar los planes y pensamientos de los agricultores que tienen que tomar ahora decisiones claves.
La climatología, como siempre, está haciendo que las decisiones del agricultor hayan cambiado con respecto a lo que tenía pensado a primeros de octubre, cuando comenzó a llover.
Ahora mismo la prioridad es sembrar y recuperar el tiempo perdido por las abundantes lluvias y de nuevo el abonado se vuelve a dejar como algo no prioritario.
Esta decisión puede tener consecuencias nefastas, ya que son varios años en los que la fertilización de fondo se está reduciendo y hay que ver que se puede hacer.
Lo primero que el agricultor debería saber es cuantas reservas tiene en el suelo, aquellos que han hecho las cosas bien, es decir, aportar más nutrientes cuando las cosechas han sido generosas y ajustar cuando han sido más normales tiene una mayor tranquilidad que el que no hace esto.
Se podrá pensar, qué lógico es este comentario, pues muchos no lo hacen así, y si no, no hay más que ver que pasa año a año en las zonas agrícolas en las que con las mismas condiciones climáticas y los mismos cultivos, hay agricultores que cogen más que otros y además de mayor calidad.
La lluvia y la estrategia de fertilización
La mejor estrategia de fertilización y la más eficiente en el aprovechamiento de nutrientes aportados es el abonado de fondo, que ayuda a una pequeña semilla a alcanzar un crecimiento adecuado cuando las condiciones ambientales del invierno sean muy duras, y el aporte de la cantidad necesaria de nitrógeno para alcanzar el rendimiento esperado en la zona.
El esperar a abonos de una sola aplicación tiene sus riesgos, la idea es siempre abonar pronto en los meses de enero-febrero, pero la realidad es que se aplicaran cuando el tiempo lo permita y eso ha hecho a veces que si hay lluvias a primeros de año no se puedan aplicar hasta marzo o abril, lo que significa que un trigo sembrado en octubre este unos 5 meses sin recibir nada de alimento, lo que lleva a una perdida de capacidad productiva.
Equilibrio
La mejor fertilización es la equilibrada, que haya un poco de todo, habrá gente que quiera sustituir el abonado de fondo aplicando más adelante mucho de otra cosa, pues pueden pasar dos cosas que no pase nada o que ese elemento bloquee otros que hay en el suelo y hagamos un perjuicio a la planta.
Por eso, los fertilizantes que llevan más nutrientes como la gama SulfActive de Fertiberia pensando en abonos complejos o las gamas de nitrogenados con azufre de Fertiberia hacen que esta fertilización sea más equilibrada y en consecuencia más eficiente.