En 2024, León se ha posicionado como la provincia más afectada de Castilla y León por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), una situación que preocupa profundamente a los ganaderos y autoridades locales. Según los datos más recientes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, León ha registrado 133 casos de EHE, lo que la sitúa como la provincia con más bovinos afectados en toda la comunidad. En total, doce municipios han declarado la presencia de la enfermedad, afectando a 1.825 animales que son considerados sensibles a la misma.
El sector bovino en Castilla y León: un motor económico estratégico
La ganadería bovina es una parte esencial de la economía en Castilla y León, una región que es la segunda Comunidad Autónoma (CCAA) en España en producción de carne y leche de vacuno. Este sector no solo representa una fuente crucial de riqueza económica, sino que también tiene un importante impacto social y medioambiental. La provincia de León ocupa el tercer puesto en el censo de ganado vacuno en la región, solo por detrás de Salamanca y Ávila, lo que pone de relieve la importancia de controlar y mitigar los efectos de la EHE para evitar graves consecuencias económicas.
Un virus que nunca antes había sido detectado en Europa
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) se detectó por primera vez en Europa en noviembre de 2022, cuando las autoridades italianas informaron sobre la presencia del virus en explotaciones bovinas en Cerdeña y Sicilia. Hasta ese momento, se sabía que la enfermedad circulaba en regiones como América del Norte, Australia, Asia y África, pero Europa había estado libre de ella.
El virus llegó a España en noviembre de 2022, cuando se identificaron los primeros casos en el sur del país, concretamente del serotipo 8. A partir de ahí, la diseminación fue rápida, afectando a gran parte de la España peninsular, Portugal, el sureste de Francia, y las islas italianas. Las islas Baleares y Canarias, sin embargo, continúan siendo consideradas zonas libres de la enfermedad.
Una enfermedad transmitida por mosquitos y sin vacuna hasta 2024
La EHE es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa que se transmite a través de mosquitos del género Culicoides, afectando principalmente a rumiantes domésticos y salvajes. En el ganado vacuno, la enfermedad puede presentarse de forma moderada, pero en algunos casos provoca síntomas graves como fiebre, lesiones en la mucosa bucal, cojeras, inflamación de la lengua y hasta abortos o diarreas hemorrágicas. Si bien en ovinos y caprinos la enfermedad es menos agresiva, los animales silvestres como los ciervos, gamos y corzos también pueden verse afectados.
La falta de una vacuna, hasta muy recientemente, complicó los esfuerzos por controlar la propagación de la enfermedad. En julio de 2024, se aprobó finalmente una vacuna inactivada para el serotipo 8 del virus, lo que ha abierto una puerta para evitar pérdidas directas en las explotaciones ganaderas. Se han producido dos millones de dosis en una primera fase, que, aunque de aplicación voluntaria, siempre deben ser prescritas por un veterinario.
Medidas de prevención y control
Las autoridades y los ganaderos están adoptando diversas medidas de prevención para reducir el impacto de la EHE. El Ministerio de Agricultura ha subrayado la importancia de la desinsectación en las explotaciones, así como el control de los mosquitos, que son los principales vectores del virus. Además, se recomienda a los ganaderos seguir prácticas específicas como la supervisión diaria de los animales, el aislamiento de los que muestren síntomas, y la pronta atención veterinaria.
La respuesta del Sindicato de Veterinarios de León
En este contexto de crisis sanitaria para la ganadería, el Sindicato de Veterinarios de León (SIVELE-USCAL) ha manifestado su apoyo incondicional a los ganaderos de la región. En su última reunión, la Junta Directiva del sindicato no solo expresó su preocupación por la rápida expansión de la citada enfermedad, sino que también hizo un llamamiento a la Junta de Castilla y León para establecer un plan biosanitario de vacunación gratuita para toda la cabaña ganadera. Además, se instó a las autoridades a incrementar las ayudas económicas a las explotaciones afectadas.
Vigilancia y control oficial
Los Servicios Veterinarios Oficiales están llevando a cabo un sistema de vigilancia activa y pasiva para controlar la propagación de la enfermedad. La vigilancia activa incluye la realización de muestreos en explotaciones centinelas, mientras que la vigilancia pasiva se basa en la notificación de casos sospechosos por parte de ganaderos y veterinarios. En caso de confirmarse la enfermedad, se realizan pruebas de laboratorio para detectar la presencia del virus mediante la técnica de RT-PCR.
Un problema que afecta al comercio intracomunitario
La declaración de la España peninsular como zona restringida por la EHE ha tenido un impacto negativo en el comercio intracomunitario de especies sensibles, lo que representa una traba económica para los ganaderos. En respuesta, el Ministerio de Agricultura ha anunciado la tramitación de un real decreto para otorgar ayudas directas a las explotaciones afectadas. En este sentido, el Gobierno de Castilla y León también ha asegurado la concesión de ayudas complementarias por un total de 10 millones de euros para apoyar a las explotaciones que no pudieron beneficiarse de estas ayudas en 2023.
El desafío de la EHE en León y Castilla y León
Esta enfermedad ha planteado un desafío sin precedentes para los ganaderos de León y el resto de Castilla y León. A pesar de los esfuerzos de las autoridades y el sector veterinario, la rápida propagación de la enfermedad y la falta de una vacuna efectiva hasta muy recientemente han puesto en riesgo a miles de explotaciones. Sin embargo, con la introducción de la nueva vacuna y el apoyo económico prometido por las administraciones públicas, los ganaderos esperan poder controlar el impacto de la enfermedad y proteger uno de los sectores más estratégicos de la región.