consolidando la fortaleza del sector

Las ventas de aceite de oliva crecen un 5% respecto al año anterior

Agronews Castilla y León

11 de septiembre de 2024

aceite

La comercialización del aceite de oliva continúa en ascenso, mostrando una notable estabilidad en el sector a pesar de las dificultades climáticas y las consecutivas malas cosechas que han caracterizado los últimos dos años. Según los últimos datos publicados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), en el mes de agosto se han comercializado 88.000 toneladas de aceite de oliva, incluyendo importaciones. Este volumen de ventas representa un crecimiento del 5% respecto al mismo periodo del año pasado, un indicativo de la fuerte demanda del producto tanto en el mercado nacional como internacional.

En el transcurso de los once meses de campaña de comercialización de 2024, se han vendido 1.052.000 toneladas de aceite de oliva, y aún queda por contabilizar el mes de septiembre. Con este ritmo, se prevé superar la cifra de ventas del año anterior, cuando se comercializaron 1.085.000 toneladas de aceite de oliva. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Andalucía y responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de Oliva, Cristóbal Cano, ha valorado positivamente estos resultados, destacando que «con menos de 200.000 toneladas de enlace entre cosechas, estamos ante el nivel más bajo del siglo».

El mes de agosto, tradicionalmente complicado para la comercialización de aceite de oliva debido al periodo vacacional, ha demostrado que la demanda no se resiente. Las 88.000 toneladas vendidas durante este mes son una prueba de que los consumidores siguen fieles a este producto, conocido como «la grasa vegetal más sana y saludable del mundo». A pesar de la incertidumbre que genera un enlace de campaña tan bajo, las exportaciones han mantenido su fortaleza, y los precios han mostrado una estabilidad envidiable.

aceite de oliva

Cristóbal Cano ha enfatizado que, aunque las existencias actuales están por debajo de las cifras del año pasado, el sector está preparado para enfrentar el enlace más bajo del siglo. «El año pasado teníamos, por estas fechas, 321.200 toneladas de aceite de oliva de existencias, un 15% más de las que tenemos en septiembre de 2024, porque actualmente hay disponibles 271.966 toneladas. Y nos queda todavía un mes para dar por concluida la campaña de comercialización», señala Cano, quien prevé que la campaña finalizará con menos de 200.000 toneladas de aceite de oliva disponibles.

Previsiones de estabilidad en los precios a nivel mundial del aceite

En cuanto a los precios, Cano ha subrayado la estabilidad que se espera en el sector del aceite de oliva para los próximos meses. Las previsiones de cosecha en otros países productores de la cuenca mediterránea, como Italia y Marruecos, son bajas, lo que asegura que España seguirá consolidándose como la «despensa mundial del aceite de oliva». «En Italia y Marruecos prácticamente no hay aceite, y sus previsiones de próxima cosecha son extremadamente bajas», ha indicado el responsable de UPA Andalucía.

aceite con burbujas

Por este motivo, Cano insiste en que los precios deben mantenerse estables en niveles razonables para el olivar tradicional, y no se esperan fluctuaciones bruscas o caídas significativas. «Las cifras que manejamos en el sector están claras y todo indica que los precios no tienen que sufrir ni vaivenes acusados ni muchísimo menos descalabros porque no hay razones objetivas para ello», ha explicado. Este escenario es un alivio para los productores de aceite de oliva, que han enfrentado desafíos significativos en los últimos años debido a las condiciones climáticas adversas y la inestabilidad en el mercado.

A pesar del panorama optimista en términos de ventas y estabilidad de precios, Cristóbal Cano advierte sobre la importancia de las condiciones climáticas en los próximos meses para asegurar una buena cosecha en la próxima campaña. Agosto ha cerrado con unas existencias totales de 321.200 toneladas, distribuidas entre 138.662 toneladas en manos de cooperativas y almazaras, 131.740 toneladas en manos de envasadores, y 1.564 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero. Sin embargo, Cano recalca que «hay aceite disponible y el abastecimiento está garantizado», aunque la atención del sector ahora está puesta en las precipitaciones de septiembre y octubre.

«Necesitamos lluvias en septiembre y octubre para asegurar el fruto que hay en el árbol. De lo contrario, las previsiones de cosecha irán a la baja», advierte Cano. La escasez de lluvias en los meses críticos podría afectar no solo la cantidad de producción, sino también la calidad del aceite, un aspecto que preocupa a los productores y exportadores que buscan mantener la posición de liderazgo de España en el mercado global del aceite de oliva.

A lo largo de este año, el mercado de exportación ha mostrado una gran solidez, apoyado por la fidelidad de los consumidores al aceite de oliva español. A pesar de las dificultades económicas globales, los consumidores han continuado eligiendo el aceite de oliva, atraídos no solo por su reputación como un producto saludable, sino también por la estabilidad de los precios que se ha mantenido gracias a una gestión prudente del sector. Esta fidelidad de los consumidores es un elemento clave que ha permitido al sector mantener su fortaleza y adaptarse a las circunstancias cambiantes.

aceite de oliva

El crecimiento del 5% en las ventas de aceite de oliva respecto al año anterior refleja no solo la eficacia de las estrategias de comercialización, sino también la solidez del sector en su conjunto. A medida que se acerca el final de la campaña, el enfoque estará en garantizar que la transición hacia la próxima cosecha se realice de la manera más fluida posible, asegurando tanto el abastecimiento como la estabilidad de precios.

A medida que el sector del aceite de oliva en España se prepara para cerrar la campaña de 2024, la perspectiva es de estabilidad y resiliencia. Aunque el enlace entre cosechas será el más bajo del siglo, la confianza en el mercado sigue siendo alta, y las previsiones para la próxima cosecha, aunque inciertas, no muestran indicios de desestabilización. En este contexto, el papel de España como líder en la producción y exportación de aceite de oliva se mantendrá, reforzando su posición en un mercado global cada vez más competitivo.

En resumen, la comercialización del aceite de oliva en España muestra un balance positivo en 2024, con un crecimiento sostenido en las ventas, una notable estabilidad en los precios, y un abastecimiento garantizado a pesar de las bajas existencias. La mirada está puesta en el cielo, esperando las lluvias que aseguren la próxima cosecha y permitan al sector continuar su senda de crecimiento y consolidación en el mercado global.



Share This