Las ventajas de utilizar mallas de sombreado de diferentes colores

Agronews Castilla y León

12 de julio de 2014

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Las mallas de sombreado comenzaron a utilizarse hace alrededor de una década para proteger los cultivos agrícolas de los elementos. Recientemente, se ha descubierto que el uso de mallas de colores mejora la calidad de la fruta y la protege de las plagas.

Hace más de una década, las plantaciones en el mar de Galilea y en el Néguev se tintaron de negro. Estas mallas se extendían sobre las plantaciones para proteger a los cultivos del viento y de la radiación solar durante los meses de verano, además de para ahorrar en agua de riego. Una nueva investigación del Instituto Volcani, del Ministerio de Agricultura, ha revelado las muchas ventajas de cambiar el color de las mallas de sombreado.

Aunque las mallas se utilizaron en un principio sobre todo para proteger a los cultivos de los elementos, el estudio descubrió que cambiar su color a rojo, amarillo, blanco o perla también afecta a la calidad de las frutas y hortalizas, su tamaño, vida útil, duración del proceso de maduración e incluso el nivel de repercusión de los cultivos en el medioambiente.

«Los diferentes colores nos ayudan a conseguir las propiedades deseadas porque nos permiten conformar la longitud de onda de la radiación solar, el tipo de iluminación, su forma de distribución y su intensidad», explica el doctor David Ben Yakir, experto en insectos y plagas que participó en el estudio.

Ben Yakir explica que «los distintos tipos de radiación pueden afectar incluso a la cantidad de vitaminas y propiedades saludables de las frutas. Una malla morada, por ejemplo, aumenta el nivel de vitaminas como la D».

Las mallas rojas pueden posponer la maduración de las uvas y otras frutas, mientras que las de color blanco y perla aceleran su proceso. Muchas frutas, como las manzanas, los melocotones, las peras, los caquis y las uvas incrementan significativamente su tamaño como resultado de una combinación de colores. En algunos casos, las plantas y los árboles consumen menos agua y el color se vuelve más atractivo.

Por su parte, las mallas amarillas destacan por remediar la infertilidad y fomentar el rejuvenecimiento. «Se colocaron mallas amarillas sobre los viñedos que no daban demasiado fruto y recuperaron la fertilidad, lo que evitó a los productores tener que arrancar los viñedos».

En un principio, a los investigadores les preocupaba utilizar el amarillo, ya que se ha demostrado que este color atrae a las plagas. «El estudio reveló que las mallas amarillas no solo no incrementaron el riesgo de atraer insectos, sino que incluso lo redujeron», afirma el doctor Ben Yakir. «Lo que resulta interesante es que los insectos que se sintieron atraídos por el color se quedaban sobre la malla, alejados de las plantas».

Según los investigadores, había cuarenta veces más áfidos con la malla amarilla que con la negra, pero el número de insectos que atravesó la malla y alcanzó las plantas se redujo a la mitad en comparación con la malla negra. «La malla amarilla reduce la cantidad de insectos que entran en contacto con los cultivos, lo que ayuda a disminuir la cantidad de plaguicidas químicos utilizados».

Tras la publicación de los hallazgos de esta investigación, en el mercado agrícola israelí han entrado mallas de distintos colores, lo que ha despertado interés en muchos otros países, como Estados Unidos, Italia, España, Turquía, Australia y Nueva Zelanda.

Fuente: news.walla.co.il



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