Las producciones agroalimentarias comunitarias mejoran y alcanzan un alto nivel de cumplimiento de la legislación comunitaria sobre el contenido de residuos de productos fitosanitarios, según el último informe de la EFSA. En el caso de las producciones procedentes de países no pertenecientes a la UE, el nivel de cumplimiento es inferior
Las conclusiones del informe, son una demostración de los estrictos controles a los que se somete el uso de los productos fitosanitarios y que estos suponen una total garantía para la seguridad y la salud humana. En este sentido, cabe recordar que los Límites Máximos de Residuos, son un índice legal que indica la correcta aplicación de los productos fitosanitarios, es decir que su aplicación se ha realizado respetando las instrucciones que figuran en el etiquetado de los productos, tal y como fueron aprobados y autorizados. No se trata en ningún caso, de un índice toxicológico pues este tipo de evaluación y su inocuidad ya debieron ser analizados y evaluados con anterioridad a la aprobación y comercialización del producto. El informe demuestra a su vez, que son las buenas prácticas observadas por los agricultores en el manejo, aplicación y gestión de los productos fitosanitarios, la mejor garantía de esa seguridad.
Como cada año, en 2016, los Estados Miembros de la Unión europea junto con Noruega e Islandia llevaron a cabo planes específicos de vigilancia y control de residuos de fitosanitarios en los alimentos para verificar el cumplimiento de los límites establecidos en la legislación alimentaria, concretamente en el Reglamento (UE) Nº 396/2005, y de este modo asegurar la comercialización de alimentos seguros para los consumidores europeos.
