“Las mujeres rurales son ejemplo de innovación y creatividad”, Valle Garrido, Fademur

Antonio Álvarez Rodrigo

1 de enero de 2018

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En el medio rural de la Comunidad de Madrid unas 2.200 mujeres están empleadas en el sector primario que ocupa un papel secundario en la economía regional. Por ello, las agricultoras y ganaderas madrileñas tienen que multiplicar su lucha por vivir en una sociedad urbanita y de un sector eminentemente masculino. En esta entrevista concedida a Agronews, la presidenta de Fademur en Madrid (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales), Valle Garrido, nos revela la situación del lado femenino del campo madrileño, que no dista mucho del resto de España.

¿Cómo es la situación de las mujeres en el medio rural de Madrid?

Muy comparable a la del resto del territorio. Queda mucho por hacer para conseguir el objetivo de dignificar el trabajo que desempeñan estas mujeres y conseguir una verdadera equiparación de derechos. Su incorporación al mundo laboral sigue siendo una tarea pendiente. El mundo rural vive todavía inmerso en una sociedad mucho más tradicional, en la que la mujer sigue ocupando un segundo plano…

Sequía

 

“Hemos tenido que comprar agua para dar de beber a los animales”

Por sus palabras entiendo que hay falta de oportunidades…

Sin mujeres en igualdad no hay desarrollo. La falta de oportunidades laborales y las dificultades para acceder a servicios de apoyo e infraestructuras en el medio rural son parte de los problemas a los que se enfrentan las mujeres rurales. A la falta de empleo en el medio rural hay que unir que las mujeres ven restringida su movilidad al adquirir responsabilidades familiares, lo que hace de se reduzcan sus oportunidades laborales…

¿Es más difícil ser agricultora en Madrid que en cualquier otra región?

En general, ser agricultor en Madrid es heroico, como serlo en casi cualquier lugar. El tener el mercado cerca no significa ninguna ventaja; en muchos casos es al revés. La ganadería tiene problemas con la fauna salvaje; dificultades a la hora de dimensionar sus explotaciones por estar al lado de una urbe… La agricultura sufre una sequía muy importante y el acceso a la tierra es caro y difícil. Esperemos que la política se dé cuenta de que Madrid también es campo y se ponga rostro y alma a la agricultura y la ganadería madrileña.

¿Cuántas mujeres trabajan en el sector primario en la Comunidad?

Como dato te puedo dar que la población total dedicada al sector agrario en la Comunidad de Madrid son 7.400 personas, entre hombres y mujeres, que representan el 0,22% de la población activa de la región. Más allá de las cifras, las posibilidades de crecimiento en el medio rural están por debajo de las posibilidades. Madrid es una comunidad eminentemente urbana y basada en el sector servicios; la agricultura y la ganadería representan solo un 0,1% del PIB. No obstante, la importancia del sector primario contrasta con este dato, ya que utiliza casi la mitad del territorio. Es fundamental para el mantenimiento del mundo rural, y produce alimentos de reconocida calidad.

¿Qué ocurre con la titularidad compartida de las explotaciones?

La Ley de Titularidad Compartida supone un paso adelante esencial en tanto que conlleva el reconocimiento de un derecho de las mujeres. Y todo ello independientemente del número de mujeres que se incorporen. Pues bien, la titularidad compartida hoy en día no es posible en Madrid, no existe el registro que le dé soporte y el Ministerio tampoco lo tiene habilitado. Es una prueba de la desidia de las administraciones.

¿Qué consecuencias está teniendo el retraso de su puesta en marcha?

Es un desastre y no nos cansaremos de denunciarlo y de pelearlo. El retraso en su aplicación significa que hay mujeres que no pueden ejercer un derecho reconocido en una ley. En Madrid, a fecha de hoy, y cinco años más tarde de lo establecido, tan solo tenemos unas declaraciones del consejero de Políticas Sociales y Familia, señalando que se creará dentro de la futura Estrategia de Igualdad de Oportunidades, privándose a las mujeres del ejercicio de este derecho.

¿Queda mucho camino por recorrer hasta llegar a una igualdad en el medio rural?

Alcanzar la igualdad es difícil en cualquier ámbito y por supuesto también en el rural. El trabajo en la agricultura y ganadería casi siempre se relaciona con los hombres. Hoy todo está cambiando: la mecanización y tecnificación hace más atractivo a las mujeres esas tareas. Estamos en un período de cambio y desde Fademur luchamos para que las mujeres puedan acceder en igualdad de condiciones.

¿Son más emprendedoras las mujeres que los hombres en el medio rural madrileño?

Las mujeres nunca lo hemos tenido fácil a la hora de acceder al empleo, y eso nos ha convertido en emprendedoras natas… ¡y en el medio rural aún más! Pero necesitamos de un plan para el emprendimiento de las mujeres en el medio rural. Hay que adaptar la normativa a la realidad del medio y apoyar la economía social. Las mujeres rurales están formadas para impulsar y aprovechar los nuevos yacimientos de empleo derivados de la multifuncionalidad del medio rural y su modernización.

¿Y se han podido aprovechar ya esas oportunidades?

Las emprendedoras rurales son ejemplo de innovación, creatividad y empoderamiento, han logrado profesionalizarse e incorporarse al mercado laboral. Con la crisis se perdió gran parte del talento femenino… que en muchas ocasiones crearon su propio empleo en el medio rural, con capital privado, como es el caso de María Jesús Carrasco Navarro quien, tras 15 años de ejecutiva en una multinacional, hoy se dedica a hacer queso artesanal en la sierra de Madrid.

Política

 

“Esperemos que se den cuentan de que en Madrid también hay campo”

Nos ha puesto el ejemplo de María Jesús… ¿Hay más o es un caso aislado?

¡Claro que hay más! Por ejemplo el de Gloria Bermejo López, con su biogranja ‘Las Nieves’ de huevos ecológicos y vicepresidenta de la cooperativa de aceites ‘La Peraleña’; Mónica Somacarrera con su cooperativa de iniciativa social ‘La Gabarrera’ de cerveza ecológica; Victoria Serrano Sánchez, viticultora de San Martín de Valdeiglesias con sus viñas de certificación ecológica y sus vinos ‘Septem Eremi’ y su huerto de San Martín: tradicional, natural y autóctono; o Lucía Sáez de Béjar con la Quesearía Jaramera de Torremocha de Jarama…

Hace unos días, la ministra se congratulaba del buen dato de la renta agraria. ¿Cree que se ha llegado ya realmente a los niveles previos a la crisis?

Creemos que los datos de renta agraria responden a una realidad macroeconómica de incremento de exportaciones, pero le podemos asegurar que la situación de las explotaciones familiares es bastante distinta. Este año hemos sufrido una sequía terrible, con falta de agua para acabar cultivos y con la necesidad de comprar agua para que beban los animales. Las cosechas de uva y aceituna han sido, y están siendo, muy cortas y el panorama es desolador. El dato macro es bueno, pero desaparecen explotaciones.

¿Qué balance hacen desde Fademur de este 2017?

Desde Fademur el balance de 2017 es un balance marcado por la sequía. La violencia de género y las agresiones a las mujeres también han sido tónica del 2017 y en este sentido felicitamos el nacimiento del pacto de estado, aunque reivindicamos que se ponga ya en marcha y que se tenga en cuenta el medio rural, que no es el mismo que el urbano y necesita que se contemplen sus peculiaridades.

Futuro

“Necesitamos un plan para el emprendimiento rural de la mujer”

¿Qué objetivos se marcan en Fademur para 2018?

Seguir ofreciendo apoyo y oportunidades a mujeres que deciden desarrollar su proyecto vital en el medio rural. Conseguir que esas mujeres tengan igualdad de oportunidades y de trato y que pueda progresar. Para eso haremos formación, encuentros, promoveremos cooperativas y comercialización en conjunto, haremos start-up o lo que haga falta.

¿Ha beneficiado a las agricultoras que la ministra del ramo sea una mujer?

A nosotras nos gusta que la ministra sea una mujer, es importante que haya mujeres en política y en el primer nivel. Pero más importante aún es que se hagan políticas que beneficien y ayuden a las mujeres a superar situaciones de desigualdad. Y en este sentido creemos que desde el Ministerio de Agricultura se pueden hacer muchas más cosas.

 

 

Política

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