La remolacha ya debería estar nacida y a un 20% de crecimiento, el maíz también nacido y las alubias en proceso de siembra. Eso sería lo habitual de un año normal, pero éste 2016 no lo está siendo y el campo leonés se resiente, del cielo no deja de caer agua y la tierra ya no admite ni una gota más. Ante esta situación las organizaciones agrarias se muestran muy preocupadas.
El secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, asegura que desde octubre han caído 1.000 litros por metro cuadrado, sobre todo en las zonas de las vegas y no duda en afirmar que “en los últimos 100 años nunca había ocurrido algo similar”, es, dice “triste y lamentable”. Las lluvias han permitido que el secano “esté como en la vida”, aunque necesitará tratamientos fungicidas y “las vezas pueden llegar a pudrirse”.
En cuanto al resto de cultivos, quedan 3.000 hectáreas de maíz sin recolectar porque las tierras están anegadas y en remolacha hay 35 hectáreas sin recoger de los agricultores (que podrán llevar a la fábrica de Jeréz a final de mes) y otras 63 de la industria Azucarera. Estaba previsto que se sembraran 6.500 hectáreas este año, de ellas hay unas 4.000 y “no todas están nacidas, por lo que podrían perderse”, en cualquier caso, si Azucarera decide no arriesgarse con cultivo propio, la provincia podría perder 2.000 hectáreas de remolacha respecto a la pasada campaña.
En maíz, se pensaban sembrar 66.000 hectáreas y hay apenas 25.000, de ellas, en torno a 2.000 habrá que resembrarlas por las lluvias. En este cultivo, Llorente augura un “problema serio porque habrá que cambiar los ciclos con un riesgo importante: reducción del rendimiento del 25% y una helada de octubre que se puede llevar todo el cultivo”.
En alubias, “se pueden aún sembrar desde el día 15, pero hay problema para conseguir semilla selecta” y en girasol, el año pasado se sembraron 7.800 hectáreas, es, a día de hoy, “el único cultivo que se puede sembrar hasta final de mes y principios de junio”, por lo que se podrían superar las 10.000 hectáreas, pero Llorente avisa a los agricultores que, dada la situación del mercado mundial, “cierren el precio antes de sembrar”.
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Ante esta situación “caótica”, UGAL UPA pide hacer frente común con le resto de organizaciones agrarias sobre varias peticiones. La primera, que las zonas en las que se está haciendo concentración parcelaria “sean consideradas de especial excepción” porque no se va a poder sembrar más del 20% y tendrían problemas para justificar la PAC. La segunda petición se refiere a las zonas de modernización de regadío y va dirigida a los bancos, “una moratoria en los préstamos (la media de inversión es de 4.000 euros/hectárea, unos 100.000 euros por explotación) de un año porque no habrá posibilidad de pagarla”, además también esta semana quieren mantener una reunión con comunidades de regantes para que hagan una moratoria de un año en la amortización de las obras (90-150 euros/hectárea).
Por último y dirigido a la Junta de Castilla y León, “será muy difícil justificar la PAC porque es obligatorio tener tres cultivos para los que cultivan mas de 30 hectáreas. El greening se podría perder y es el 50% del valor de los derechos”, por lo que piden “flexibilidad a la junta para poder dejar más barbecho”, añade Llorente
Asaja augura un “mal año”
La organización agraria ASAJA de León analizará esta tarde la difícil situación que atraviesan las explotaciones de cultivos en regadío por el retraso en las siembras debido a la temporada de lluvias. En el mejor de los escenarios, asegura la OPA, la mayor parte del maíz no estará sembrado antes de finales de mayo, lo que supone al menos cuarenta y cinco días de retraso con respecto a una campaña normal, y ocasionará una reducción en los rendimientos de al menos el 25%. La remolacha tiene una situación “todavía peor”, pues las lluvias irrumpieron cuando se había sembrado un 40 por ciento de las 5.500 hectáreas previstas, de las cuales una buena parte no han nacido o lo han hecho de forma deficiente, y para las que no se han sembrado, si el agricultor decide sembrar, la expectativa de cosecha será “muy reducida”. La situación climática es “desoladora” para la agricultura de regadío de la provincia, a la que se dedican unas 80.000 hectáreas de cultivos de primavera (maíz, remolacha, alubias, patatas), que son las que tienen problemas.
Como UGAL-UPA, Asaja también pedirá a la Junta que exima a los productores de la obligación de cumplir con los compromisos de siembras a efectos del pago verde de la PAC, de los expedientes de modernización de explotaciones, y de programas agroambientales como el de la remolacha.
UCCL pide “ayuda de mínimis” ante el “desastre”
Por su parte UCCL ha pedido a las administraciones la puesta en marcha de la ayuda de mínimis que permita solventar las pérdidas que van a tener los agricultores por no poder sembrar sus parcelas.
León, es para UCCL, una de las provincias donde más problemas se están encontrando, solo se han sembrado 2.400 hectáreas de remolacha, quedando aún pendientes de sembrar otras 4.000, que de poder sembrarse tendrían una producción “nefasta”. También recuerda UCCL las inversiones en regadíos “que este año no podrán utilizar, porque no pueden hacer uso de sus parcelas”
