Las exportaciones españolas de vino aumentaron, en 2017, un 8,9% hasta superar los 3.186 millones de euros

Agronews Castilla y León

26 de febrero de 2018

vino

Las exportaciones españolas de vino, incluyendo mosto y vinagre, cerraron el año 2017 con un crecimiento del 8,9% hasta alcanzar los 3.186 millones de euros, según un reciente informe publicado por el Observatorio Español del Mercao del Vino. El fuerte crecimiento de nuestras ventas hacia China, Canadá, Portugal, Italia, Suecia y Lituania entre otros países compensó las ligeras pérdidas sufridas en Reino Unido, Noruega, Irlanda y la más pronunciada en República Checa. La buena marcha de los vinos envasados, incluyendo los espumosos y cavas, así como el crecimiento del granel varietal explican el buen año de ventas.

Que la cosecha de uvas y vinos haya sido relativamente corta el pasado otoño no parece afectar a la buena marcha de las exportaciones.. España vende al exterior 28,5 millones de hectolitros, incluyendo vinos de todos los tipos, mostos y vinagres, con un aumento en volumen este año del 3,2%. De ellos, 22,8 millones de hectolitros, equivalentes a 253 millones de cajas, son ventas de diversos tipos de vinos entre los que este año destacan el fuerte crecimiento del Cava, que supone el 81% de nuestras exportaciones de espumosos en valor, y los vinos envasados para los que se aumentan las ventas en casi 88 millones de euros hasta situarlas en más de 1.713 millones. Por otro lado, el encarecimiento de las ventas de vino a granel en cerca de un 20% provoca su práctico estancamiento en términos de volumen, pero un fuerte aumento en la facturación hasta los cerca de 600 millones de euros, por el crecimiento especialmente fuerte este año de los graneles de más valor con indicación de la variedad de uva.

[[{«fid»:»38730″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:333,»width»:569,»style»:»width: 400px; height: 234px; border-width: 8px; border-style: solid; margin: 5px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Entre los clientes principales de las bodegas españolas, aumentan un 34% las ventas a Italia, que también sufrió una mala cosecha el pasado otoño, pero caen en volumen las dirigidas a Francia donde los vinos españoles se encarecen un 15%. Un año más, China y Lituania ven aumentar extraordinariamente nuestras exportaciones con crecimientos respectivos del 25,6% y del 36,4%. En el primer caso, China, este aumento le convierte ya en el quinto mayor mercado para el vino español con una facturación de 190,2 millones de euros y el equivalente a 17 millones de cajas de 9 litros. Por delante se mantienen aún Alemania, con aumento este año del 7,2% en el valor de importaciones de vino español hasta los 410 millones, Francia, EEUU y Reino Unido, donde, sin embargo, nuestras exportaciones aumentan ligeramente (1%) en volumen pero descienden en valor (-0,1%) al comprar ligeramente más barato. En el caso de Lituania, las fuertes ventas, particularmente de vinos envasados, pueden incluir las destinadas finalmente al mercado ruso.

Dentro del otro gran polo de atracción para las exportaciones de vino españolas, que es Norteamérica, las ventas a EEUU crecen a un ritmo algo más suave este año del 4,8% en euros y del 10,5% en litros, mientras las dirigidas a Canadá suben un espectacular 22,8% y 45,9% respectivamente en valor y volumen, y las dirigidas a México aumentan también a doble digito en litros (23%) aunque más suavemente en euros (7%).

Del análisis que sobre las exportaciones realiza el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) destaca que España exporta vinos de cada vez mayor valor a mercados que se van diversificando, gracias al intenso esfuerzo comercializador de nuestras marcas. Menos presionados ya, con un mercado interior para nuestros vinos que también viene aumentando y cosechas más equilibradas, la comercialización en mercados internacionales va ganando en imagen y precio medio. Siguiendo esta tendencia y en consonancia con los objetivos del propio sector, las previsiones para el 2018 apuntan hacia una posible disminución del volumen de exportaciones pero con sensible revalorización, que permita aumentar la facturación en euros. Posiblemente, vender menos, con mejor valor y un mejor posicionamiento mundial de nuestros productos y marcas.



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