La Unión de Cooperativas de Castilla y León, URCACyL, ha puesto en marcha hoy, 25 de enero, una iniciativa popular que, tras reunir cerca de 16.000 firmas, permita la posibilidad de llevar a cabo una modificación de la Ley 1/2016 que modifica el Estatuto del Consumidor y que obliga a que las gasolineras que dependen de estas entidades asociativas tengan que contar con personal, no sólo en las horas lectivas, sino también por las noches y los fines de semana.
«Esta decisión demuestra, asegura Jerónimo Lozano, Director de URCACyL, el desconocimiento que tienen los políticos, salvo contadas excepciones, de la realidad de las cooperativas de la importancia que tienen en el medio rural, de la labor que desarrollan allí y, por supuesto, de nuestra realidad fiscal pues en nuestras transacciones con terceros no tenemos ningún tipo de mejoras frente a otras empresas».
El motivo de realizar hoy, 25 de enero, esta rueda de prensa anunciando esta iniciativas es que desde esa fecha la ley y las sanciones que incluyen ya están en pleno funcionamiento con cuantías en Castilla y León que van desde los 3.000 a los 15.000 euros.
Desde 1986 hay cooperativas que suministran carburantes. En Castilla y León 60 o 70 cooperativas tienen como complemento a su economía esta actividad contando con 80/90 postes, que vendieron 30 millones de litros en las últimas campañas, de las que 19 son de carburante de automoción, 9 millones de «agrícola» y 1,7 de otros combustibles.
«Muchos de esos postes son vitales en amplías zonas de la región y no se comprende que las cooperativas tengan un trato diferente del que tienen las grandes gasolineras de las autovías y autopistas», aseguraba Lozano. «Una cooperativas que vende unos 300.000 litros de carburante al año y abre 24 horas tendría imposible ampliar el personal para destinarlo a la atención de los postes por la noche o los fines de semana, sería un coste a mayores de 0,17€/L que sería inasumible»
